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RUMANIA.– Un bebé de mes y medio murió el pasado lunes luego de una ceremonia en una Iglesia Ortodoxa en la ciudad de Suceava, en el noreste del país, informó RT.
Durante este tipo de ritual, los niños son sumergidos tres veces en agua bendita de la cabeza a los pies. En este caso, el recién nacido no soportó y sufrió un paro cardíaco, por lo que fue trasladado de urgencia a un hospital, donde horas después falleció.
La Fiscalía local abrió un caso de homicidio contra el sacerdote que realizó la ceremonia, dado que la autopsia reveló líquido en los pulmones del bebé.
El portavoz de Patriarcado rumano, Vasile Banescu, afirmó que, para evitar tales sucesos, los sacerdotes podrían verter un poco de agua en la frente del bebé en lugar de sumergirlo por completo. Por su parte, el arzobispo Teodosia, líder del ala tradicionalista, se opuso a cualquier cambio en el ritual.
Piden modificar este ritual
La muerte del bebé durante el ritual causó indignación, dado que no es la primera vez que un menor pierde la vida de esta manera. Por ello, algunos ciudadanos lanzaron una petición en línea para modificar el ritual. El jueves por la noche, la demanda había reunido más de 56 mil firmas, según AFP.
“La muerte de un recién nacido a causa de esta práctica es una gran tragedia. Ese riesgo debe descartarse para que triunfe la alegría del bautismo“, escribieron en la petición los autores.
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