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Por más de 4 décadas, una barra de oro encontrada en las cercanías del centro de la Ciudad de México, pasó inadvertida para el Instituto Nacional de Antropología e Historia, hasta ahora.
Según un estudio difundido el viernes, a través de un análisis con fluorescencia de rayos X realizados por físicos, arrojaron evidencias de que la pieza corresponde a la época y a las características del oro que los españoles arrebataron a los aztecas.
“Las características propias de la barra metálica (…) coinciden con bastante exactitud a las referidas en fuentes históricas“, señala el INAH en el comunicado.
Este lingote es una pieza clave en el rompecabezas de ese suceso histórico, pues coincide con la descripción que el conquistador español Bernal Díaz del Castillo hizo de los “tejos de oro” que se obtuvieron de la fundición del Tesoro de los antepasados de Moctezuma, señala el INAH.
Cuenta la historia que el 30 de junio de 1520, Cortés y sus tropas huyeron del islote, ahora desaparecido, donde se erigía la Gran Tenochtitlán. Llevaban consigo el valioso tesoro del emperador Moctezuma. Sin embargo, en la carrera a caballo y acechados por los aztecas, los españoles perdieron todo en un camino que conduce al norte de la ahora megaurbe.
Para el arqueólogo Leonardo López Luján, quien estuvo al frente de esta nueva investigación, la barra de oro es un “dramático testigo material de la conquista española y testimonio arqueológico único de la llamada ‘Noche triste’”.
