Visitas
Los clientes piensan que el bolero no oye… “vienen en grupo o pareja y platican intimidades, infidelidades u organizan parrandas, es decir, nos enteramos de historias frívolas y otras que son testimonios sociales”, afirma Enrique Ramírez Hernández, quien realiza dicho oficio desde hace tantos años, que ya ni se acuerda.
Cabe destacar que en algunos casos, los boleros han sido utilizados como espías por parte de los investigadores policiales y hasta por mafias organizadas, quienes son sobornados con cantidades económicas atractivas para servir de informantes.
El bolero Enrique trabaja de lunes a sábado, entre Paseo de la Reforma y Milán, frente al Senado de la República, y platica que diariamente compra el periódico BASTA! para que sus clientes, mientras se lustran sus zapatos, se enteren de lo que acontece en la capital del país. Agrega que a veces continúan leyendo después de que él terminó de bolear el calzado.
Calcula que en promedio sus 40 clientes diarios, leen su diario, ya que tiene más noticias de la Ciudad, de espectáculos, deportes, policía e información diaria de las actividades del Presidente.
Recuerda, que desde hace 9 años, cuando costaba tres pesitos el ejemplar, lo empezó a adquirir, justamente el día que esperaba una extraordinaria noticia de su esposa, -no comenta cuál- de ahí la referencia desde cuándo decidió comprar un periódico bueno, bonito y barato.
