Visitas
Lo nuevo de Roland Emmerich, no da la puntada en cuanto a su trasfondo histórico, pero si dentro del punto central, las explosiones que tanto le gustan
Harry Plus
Calificación: Regular (2 estrellas de 5)
Corría el año de 1942, durante la Segunda Guerra Mundial. 6 meses después del devastador ataque sorpresa que destruyó Pearl Harbor, la Armada Imperial Japonesa se prepara para un nuevo ataque. Pero el ‘Almirante Nimitz’ (Woody Harrelson) y ‘Dick Best’ (Ed Skrein), el mejor piloto de la armada estadounidense, preparan un contraataque al imponente ejército japonés. ‘Dick’ encabezará un ataque masivo que hará que Japón se dé cuenta de su error. Una decisión que cambió el curso de la historia para siempre. Mientras estos dos titánicos enemigos emprenden una letal batalla para cambiar el rumbo de la guerra, todas las miradas se vuelcan hacia el atolón de Midway, donde una serie de impactantes ataques aéreos y marítimos pondrán a prueba la potencia y la fortaleza de ambas naciones.
Cuando hablamos de películas históricas y de conflictos bélicos, definitivamente se nos hela la sangre, pues sabemos que el rumbo de la humanidad ha estado marcado desde sus inicios y en incontables ocasiones por la guerra, el sufrimiento y la sangre derramada tanto de inocentes, como de los intrépidos soldados y protagonistas que han participado en dichos conflictos, aquellos personajes que arriesgaron su vida por defender el honor y la libertad de su nación.
En esta ocasión nos encontramos ante ‘Midway’, una producción que se plantea recrear la dura y decisiva batalla de las islas de Midway, el enfrentamiento más importante dentro del Pacífico entre EU y Japón y el cual sería determinante para el futuro desenlace de la Segunda Guerra Mundial. El cineasta Roland Emmerich toma la batuta dentro de una cinta plagada de estrellas tales como Ed Skrein, Woody Harrelson, Patrick Wilson, Luke Evans, Aaron Eckhart, Nick Jonas, Mandy Moore, Dennis Quaid, Darren Criss, Luke Kleintank y Alexander Ludwig, entre muchos más, lo cual es uno de sus más grandes aciertos, ya que la frescura de los nuevos rostros combinado con los de la vieja guardia deja un sabor de satisfacción, y aunque su intención es noble y heroica, pues Emmerich hace justicia y respeta el valor y el coraje de las personas involucradas dentro de la milicia, sobretodo a los nobles soldados que dieron su vida dentro de la tragedia ocurrida en el ’42, su ejecución como narrador deja muchísimo que desear.
Roland se permite utilizar y mezclar una épica oda sobre valentía y sufrimiento con los recursos y elementos de producción técnica que permean en nuestro siglo 21, pues el uso de las nuevas tecnologías permite, a primera vista, recrear de forma bonita y orgánica el enfrentamiento aéreo y marítimo entre estas dos naciones, mezclando los matices dramáticos que cada uno de los personajes conlleva dentro de si. Estéticamente la película brilla como una deslumbrante batalla que impactará y entretendrá al espectador, ya que su intención es netamente eso, la de jugar a recrear de forma impresionante la visión que el cineasta posee sobre los hechos que acontecieron en la realidad, haciendo gala de los recursos que mejor sabe utilizar, pues involucra de manera exacerbada el uso de explosiones y elementos serie B que tanto lo caracterizan. Midway es una cinta arriesgada y ambiciosa que contiene elementos puros de acción para disfrutar una ida a la sala de cine.
Como tal, la trama contada por Emmerich utiliza pobremente los elementos históricos de la batalla de Midway, aquí simplemente da la impresión de que prefirió no respetar dichos detalles cruciales y se arriesgó con un guion que peca de simple, burdo y poco entretenido. Su construcción narrativa mantiene muchos hoyos argumentales y poca fluidez, con personajes flojos que parecen no tener un lugar fijo para desenvolverse, nunca se les da la apertura para desarrollarse y relucir entre el mar de problemáticas a las que se enfrentan, quedando desaprovechado en su totalidad el basto repertorio del que gozaba y de la figura histórica que representaban. La angustiante y decepcionante visión del cineasta ataca y consume al filme, pues nunca le permite despegar y confrontar su realidad, dejándolo solamente en buena promesa que nunca llegó a lo que se esperaba, y aunque Roland es un director que no se puede tomar en serio, se nota su intención de cambiar dicho estereotipo, aunque simplemente no lo consigue.
Cada rubro dentro de la cinta carece de emoción y de energía, incluso desde su acto de apertura sabemos que estamos ante una producción que dejará mucho que desear, ya que además peca de no poseer visuales tan convincentes y reales, con lo cual en ningún momento el espectador se compra el cuento de lo que está aconteciendo, más bien parecería que se está presenciando una cinemática de videojuego que usa al mínimos su recurso gráfico. Las situaciones y los diálogos se sienten desencajado y todo parece avanzar de forma prematura hacia un conflicto que ha sido estructurado de forma paupérrima. Su intención de educar a la audiencia es otro elemento que termina por pasar factura, ya que se siente como una tediosa clase de historia que nunca termina por nutriste e informar de manera adecuada, pues se vanagloria de su intención y termina por caer ante su arrogancia.
‘Midway: Batalla en el Pacífico’, contiene una vibrante y palomera ejecución bélica que al final decepciona y que combinado con lo desganado de su devenir de la trama, las actuaciones de cajón y la dirección sin visión, simplemente deja mucho que desear. Aquí estamos ante una película que pierde vuelo y termina por hundirse en lo profundo del pacífico, justo donde pertenece.