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Desde hace algunos días, se confirmó que la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso de la Ciudad de México hará cambios en la Coordinación de Comunicación Social, área administrativa que ha sido manejada no con mucho tino a partir de la llegada y posterior salida de Ignacio Rodríguez Reyna, quien fue removido luego de ser acusado de “rasurar” versiones estenográficas de las reuniones de trabajo para no contrariar a su cuñada, la diputada Valentina Batres Guadarrama.
Ahora, el órgano de gobierno de este Congreso deberá postular a quien deberá ocupar dicho cargo, luego también de una mala decisión que se tomó desde esa área para emitir un comunicado a nombre de todas fuerzas políticas. El nombramiento deberá ser consensado por los coordinadores de todos los grupos parlamentarios para evitar nuevamente que la Coordinación de Comunicación Social quede en manos de personajes parciales (ya vimos los resultados), quienes por cierto dejan un desastre en materia administrativa y de comunicación.
Las malas decisiones en ese departamento han dejado al Congreso una larga lista de demandas de carácter civil y laboral de personal al que le fue rescindido su contrato de manera ilegal. El caso del periodista Ricardo Rocha es una muestra de cómo se la gastan estos personajes, con tal de ejecutar venganzas personales y quedar bien con sus jefes.
Sin embargo, el actual presidente de la Jucopo, el panista Mauricio Tabe, tiene las riendas del Congreso de la CDMX, pero no tiene la mayoría de su lado, aunque tiene la gran oportunidad de poner orden entre todas las fuerzas políticas de dicho órgano legislativo, donde cada día se ve más la desesperación por la mala imagen que se ha dejado en la ciudadanía por sus ambiciones y rabietas.