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El icónico personaje de Sylvester Stallone está de vuelta con un ligero toque western listo para derramar sangre en su quinta y probablemente última entrega
México.-
Harry Plus
(Calificación: 2 estrellas de 5 – Regular)
Definitivamente el veterano de guerra ‘John James Rambo’, es uno de los personajes más emblemáticos dentro de la cinematografía hollywoodense de la época de los 80’s, y es que cuando mencionamos el nombre del actor Sylvester Stallone, es inevitable no pensar en el icónico y fiero personaje que ha dejado una huella imborrable dentro de la cultura popular (a la par de su otro hijo prodigo, ‘Rocky’) y la mente del colectivo general en los últimos 37 años gracias a sus intensas e inolvidables secuencias de acción. Ahora en 2019, es momento de encontrarnos de nueva cuenta con ‘Rambo’, con la leyenda, pues está más que listo para entregarnos una última gran cruzada para luchar contra sus demonios internos, algunos miembros del narco mexicano y sobre todo defender su honor y el de su familia.
‘Last Blood’ nos muestra el inevitable paso del tiempo sobre ‘John Rambo’, quien se encuentra ya en horas bajas de su existencia, viviendo tranquilamente en un rancho aislado en Arizona junto a ‘María’ (Adriana Barraza) y ‘Gabrielle’ (Yvette Monreal), a quien cuida como una hija. Un día inesperado, recibe la noticia de que ‘Gaby’ ha desaparecido tras haber cruzado la frontera a México para encontrarse con su verdadero padre. ‘Rambo’ decide ir en su búsqueda, encontrándose con el momento de realizar una última gran batalla en su vida.
Primeramente es menester destacar la apremiante intención de Stallone para retratar una realidad que viven sus personajes más queridos en paralelo a la suya. ‘Rocky’ y ‘Rambo’ han sufrido los estragos del paso del tiempo al igual que él, están ante el inminente ocaso del retiro y para ello los ha dotado de una complejidad palpable sobre las repercusiones de las decisiones que han tomado a lo largo de su vida, los espejismos del pasado que se encuentran adherentes a su propia alma y su constante presión mental para superar las pesadillas y los recuerdos de los amados que han dejado atrás. Aunado a esto, Sly impregna de igual forma una vibrante necesidad de realizar un último viaje a través de ellos, una caminata al final del recorrido, la justa para demostrar el potencial que dichos personajes han creado con el transcurrir de las décadas en la audiencia, pues se permite revisitar la psicología y emociones que traen por añadidura las adversidades de la ficción de ambos mundos.
Es por esa razón que con ‘Rambo: Last Blood’, estamos ante la presencia de un personaje marcado por la edad, las cicatrices y los dolores; un ser nostálgico, melancólico, desesperanzado, en constante lucha interna, destinado a disfrutar sus añejos tiempos en soledad y aislamiento, y aunque la intención de Stallone es pura y honorable, desafortunadamente esta quinta entrega muestra lo poco que se esperaría de ella y no sorprende en absoluto al espectador. Utiliza un metraje de casi una hora para mostrar la actualidad de su personaje, para tratar de hacer participe al espectador de las reflexiones y los fantasmas que asedian su ficción, convirtiendo este ejercicio de contemplación en una situación de tedio e incertidumbre.
La producción roza por grandes momentos el universo de un melodrama telenovelesco, más que el de una cinta propia de acción al estilo de ’Rambo’, con diálogos y situaciones forzadas, sin forma y fondo. La perspectiva que se muestra sobre la familia y la importancia que radica en su protagonista, es poco funcional, un mero pretexto para llegar a la intención anhelada desde el comienzo, encarar a la muerte una vez más, sacrificar su cuerpo y mente en pro de su vendetta personal, utilizando el camino de las balas y la sangre para saciar al ser violento que habita en su interior. La mexicana Adriana Barraza cumple en su representación, al final su personaje no permite ir más allá de lo que su propia existencia le permite, de igual forma ocurre con Yvette Monreal, quien meramente sirve como puente para que el veterano cruce el sendero hacía el ocaso de su existencia.
En cuanto al nivel de violencia que maneja esta producción, su clasificación “C” no es en vano, ya que el esperado clímax está cargado con secuencias bastante sangrientas y gráficas, el personaje utiliza su ingenio y recursos para crear un festín a domicilio. Aquí no se escatima en excusas y preguntas, quien ha venido por sangre la recibirá. ‘Rambo’ está dispuesto a entregar todo de si una última vez, y para ello recobrará viejas memorias que le permitirán librar esta batalla contra el narco mexicano, un retrato simplista y salvaje sobre la trata de personas, el crimen organizado y la rudeza con la que se vive en la frontera norte de nuestra país. Para ello involucra a los hermanos ‘Martínez’ (Óscar Jaenada y Sergio Peris-Mencheta), los brutales sicarios que harán posible el enfrentamiento final, que negativamente ocurre de forma acelerada, negándole al espectador la oportunidad de gozar de la brillantez del personaje, mostrando así que las buenas épocas del veterano han acabado y su última cabalgata está llegando a su fin.
‘Rambo: Last Blood’ muestra a la leyenda y nos enseña una triste realidad, el paso de los años tiene factura en toda existencia, y solamente nos queda atesorar lo que algún día fuimos, abrazando con nostalgia las viejas glorias para despedirnos con dignidad. Retirarse con la frente en alto, aun en la tempestad, justo como ‘John Rambo’ lo ha tratado de demostrar.