Visitas
No sale de una, para entrar a otra encrucijada. El alcalde de Tláhuac, Raymundo Martínez Vite, además de gobernar como si viviera en una isla muy, muy, lejana, no toma en cuenta las necesidades sociales de los habitantes de la demarcación.
Los problemas de inseguridad, el nepotismo, las acusaciones de corrupción y la mala actuación de su gabinete, sin dejar de mencionar el enfrentamiento que tiene desde que asumió el cargo con el exdelegado, Rigoberto Salgado, han sumido a Tláhuac en la misma dinámica de retraso que tiene desde hace varios trienios.
,Ahora, para rematar. el alcalde impuso a los vecinos la construcción de una obra que llaman ciclopista, cuando lo más importante es realizar trabajos de drenaje en la calle Mar de los Nublados, en la colonia Selene, donde permanece desde hace varios días una especie de encharcamiento que parece laguna e impide el paso de los automóviles, ocasionando severos problemas de congestionamiento.
Pero es que ni los vecinos de la mencionada colonia fueron consultados sobre esa obra, la cual en realidad no ha sido ni siquiera anunciada por ninguna autoridad. Sólo los rumores y la versión de que será una ciclopista, cuando hay otras prioridades como drenaje y suministro de agua.
Los trabajos a un lado de la laguna ya van muy avanzados, incluso los trabajadores de la administración Tláhuac ya destruyeron las banquetas en las esquinas y levantaron el pavimento a todo lo largo de dicha calle, para dar inicio a una obra de mero ornato, de esas que sólo sirven a los gobernantes para hincarle el diente al presupuesto.
EN XOCHIMILCO no existe la autoridad, pues en la esquina de Camino a Nativitas y Heliotropo, los supuestos guías siguen engañando a los turistas. Les dicen que no hay paso de frente, para que den vuelta a la izquierda y se dirijan directo a los embarcaderos de Belén, Salitre y Belén Las Flores.