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Ahora resulta que además de vender las chelas al tiempo y no frías, también se prohibirán esos templos de reunión o chelerías donde los jóvenes, adolescentes y adultos -aunque en algunos casos hasta menores de edad-, serán controlados para que no se consuma tanto alcohol pues se ha convertido en un problema social y de salud pública.
Y es que el alto consumo de bebidas embriagantes puede generar 60 tipos de enfermedades diferentes y echarle más años a la vida de un alcohólico y tener una muerte prematura, según a diputada de Morena, Guadalupe Aguilar Solache.
Además, las chelerías ahora son más frecuentadas por mujeres, pues se ha convertido en una adicción para las jóvenes y adolescentes, ya que el alcoholismo entre las damas ha aumentado en más de un 200 por ciento.
En el Foro “La regulación sobre la disponibilidad y consumo de alcohol, su importancia para la seguridad ciudadana y salud pública”, los expertos determinaron que el 80 por ciento de los consumidores tienen un problema de salud mental, un trastorno depresivo o de ansiedad, y de no atenderse estos trastornos, viene la automedicación con el alcohol. Así que ya sabe, ahora van por las chelerías.
Los que andan muy inquietos, son los diputados de oposición en el Congreso citadino. Resulta que el famoso Sistema Público de Radiodifusión (SPR) podría ser el instrumento de control del Canal de TV del Congreso y así maniatar a dicho órgano legislativo, estando sujeto a las órdenes del Ejecutivo local.
Los diputados Pablo Montes de Oca (PAN), presidente del Comité del Canal; Héctor Barrera Marmolejo (PAN); Jorge Gaviño (PRD); y Víctor Hugo Lobo, alertaron de que la mayoría votará a favor del dictamen para la creación de dicho sistema y así ceder ese medio de difusión a plena disposición del Gobierno central. Además, acusaron de usurpación de funciones al director de dicho SPR, Diego Antonio Saturno García, sin haber pasado por aval del Congreso. Vaya que vienen tiempos de cambio.