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El alcalde de Tláhuac, Raymundo Martínez Vite, tuvo que salir por la puerta de atrás del Congreso de la Ciudad de México, para evitar a un grupo de habitantes de la demarcación, quienes se instalaron a las afueras del recinto de Donceles y Allende desde muy temprano, para increpar la gestión del “Profe”.
Los vecinos no se quedaron cortos y denunciaron corrupción, malos tratos y hasta omisión por parte del alcalde sobre el tema de la inseguridad en la demarcación. Los manifestantes se dijeron decepcionados por el mal manejo que ha hecho Raymundo Martínez Vite y su grupo.
Lo acusaron de ser una pesadilla para Tláhuac, dejando crecer el comercio informal, la extorsión, el robo, el narcomenudeo, la delincuencia y hasta de malgastar el presupuesto de la demarcación.
Pero nada extraño nos debe parecer que detrás de esta manifestación de casi seis horas continuas, está la “mano negra” del exdelegado Rigo, quien se ha logrado identificar con este movimiento y tras los casos de vivienda y otros intereses se le ha visto asomada la cabeza.
Esperemos que existan garantías para el alcalde en su nueva oportunidad, porque hay muchos temas calientes que ni siquiera tocó: el de los mototaxis, el narcomenudeo y las invasiones en los predios, además de la denuncia de los locatarios del mercado de Zapotitlán, la gran mancha de su Gobierno por 20 millones de pesos y que no ha sido reconstruido.
Los que también andan movidos, y no en moto, son los diputados del Congreso local, quienes buscan inhibir la comisión de delitos a bordo de motocicleta. En el marco del Segundo Foro Informativo “Del Motociclismo para la Sociedad”, el coordinador de Morena, Ricardo Ruiz Suárez, aseveró que no se tiene que criminalizar a motociclistas, sino establecer mecanismos para identificar a infractores y a personas que usan este tipo de movilidad de manera perjudicial. Veremos si ahora sí avanza el tema.
