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En la alcaldía de Xochimilco, Carlos Acosta –en colusión con el súper asesor del Gobierno de la Ciudad, Avelino Méndez-, construyó un imperio utilizando sus brazos ejecutores con los que siguen exprimiendo a diferentes sectores que le dan vida y desarrollo económico a esa demarcación.
Guerrero de la Cruz Clavel, operador que bajo la sombra y sin cargo alguno en la alcaldía, recibe órdenes de sus mentores –Carlos Acosta y Avelino Méndez-, para extorsionar a comerciantes, artesanos y a gente de bajos recursos que busca un modo de vida vendiendo algún producto en la calle.
El famoso asesor –como el que también se detectó en la alcaldía de Coyoacán-, se hace pasar como funcionario de la alcaldía para pasar la charola y luego reportar con Carlos Acosta. Se dice que les exige hasta 5 mil pesos por espacio, o de lo contrario los saca de la jugada y pone al mejor postor.
El alcalde recibe la tajada y luego la reparte entre sus allegados, no sin antes pasar por las manos del Subsecretario de Programas Delegacionales y Reordenamiento de la Vía Pública, Avelino Méndez, a quien se le vincula en diferentes casos de corrupción de cuando era jefe delegacional.
Donde de plano extrañaron la desaparición del cuerpo de granaderos fue en el Congreso de la Ciudad, pues se evidenció que las autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Procuraduría, pasando por el Gobierno de la Ciudad, no cuentan con protocolo para enfrentar la violencia que se pueda generar en los alrededores de Donceles y Allende.
Apenas el martes, el presidente de la Mesa Directiva de dicho órgano legislativo, Jesús Martín del Campo, mostró la incapacidad para reaccionar ante los actos de violencia y el grupo mayoritario sólo se dignó a emitir un mensaje condenando los hechos.
Dicen que los morenos no salieron porque el diputado del PES, Miguel Ángel Álvarez Melo, tenía familiaridad con los rijosos, pues entre las líderes de los comerciantes de Iztapalapa estaba Aurora Melo Miranda, su mamá, personaje quien por cierto arrastra una serie de riñas.
La evidencia del mal manejo de los diputados del grupo mayoritario y Martín del Campo, sólo dejó como saldo más de seis personas heridas, quienes ya exigen la actuación de las autoridades para capturar a los responsables.