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Por: Hugo Hernandez
Ciudad de México. Poco más de cinco años pasaron para que el exgobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo, pisara su residencia ubicada en la colonia Romero de Terreros, en la alcaldía de Coyoacán, para continuar con su proceso por el supuesto quebranto a las finanzas del Gobierno tabasqueño.
Antes de las 12 de este viernes, el químico salió de la torre Médica de Tepepan -a donde fue trasladado por motivos de salud- para ser trasladado al reclusorio Oriente donde el juez le informó que debe cumplir el arraigo domiciliar, a bordo de una camioneta Suburban blanca, con placas C27-AGN.
Granier Melo todavía portaba el uniforme color beige, exclusivo de los reos que ocupan una celda del Sistema Penitenciario de la Ciudad de México. Visiblemente agotado, pero con el entusiasmo de dejar la cárcel, elementos de la Agencia de Investigación Ciudadana (AIC) abrieron la puerta del automóvil marca Chevrolet para que el químico subiera.
Los vidrios polarizados de la unidad impedían ver al exgobernador. Un grupo de policías a bordo de sendas motocicletas escoltaban el trayecto del automóvil, que comenzó desde la calle Camino Viejo de la Noria, para dirigirse a Periférico y de ahí llegar al reclusorio Oriente.
Fueron pocos minutos los que permaneció Andrés Granier al interior de ese centro penitenciario. La camioneta de la Policía Federalsalió alrededor de las 12:50 para incorporarse nuevamente al Periférico e ir de regreso al sur de la Ciudad.
Miguel Romero, abogado de quien fue gobernador del suroriental estado de Tabasco entre 2007 y 2012, explicó que Granier se encuentra “bien” y que estuvo esperando desde la madrugada a que la Policía Federal acudiera al penal para su traslado.
Después de la 1:20, Andrés Granier llegó a su domicilio en Coyoacán, donde familiares y amigos lo esperaban, impidiendo el paso de cualquier otra persona. La camioneta ingresó a su residencia y ex mandatario local bajó de inmediato. Aunque con algunos problemas para poder descender de la furgoneta, al ver a sus familiares y a su esposa, bajó rápidamente y fue recibido entre abrazos y besos. Y hasta repartió muestras de afecto entre sus trabajadores y abogados.
Un juez de Tabasco concedió el martes prisión domiciliaria a Granier, de 70 años, debido a su avanzada edad, y solo podrá salir su domicilio cuando requiera de atención médica.