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DESDE LUEGO, LA LLEGADA HACE UN AÑO DE JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ ANAYA, COMO SECRETARIO DE HACIENDA en combinación con el anuncio de que José Antonio Meade Kuribreña –Pepe–, buscaría la candidatura presidencial priista, sin ser militante y derrotado de antemano, confirmó la cercanía, como nunca, del ex presidente carlos salinas al lado del exmandatario federal peña con olor a cárcel. González Anaya –incluso físicamente parecido al ex gnomo de Dublín–, es cuñado de salinas y cerró el putrefacto sexenio con las riendas financieras en la mano, incluso para medir los apoyos soterrados al establishment. Círculo cerrado y Meade llevado al peor de los sacrificios, el de la indignidad.
Como ya narramos, Alfonso Romo Garza fue discípulo y socio de Pedro Aspe Armella, secretario de Hacienda durante el salinato trágico y uno de sus más altos representantes, hasta hoy cuando, en apariencia juega papeles decisivos en el grupo Vector, precisamente el de Romo, desde su incorporación al sector privado; actualmente es director general de El Palacio de Hierro, en donde se disparó la narco- economía, uno de los baluartes de Alberto Baillères González, el tercer multimillonario de México, sólo adelantado por Carlos Slim y el criminal Germán Larrea Mota-Velasco, el zar de la minería.
El hecho es que, con habilidad excepcional, salinas tiene las manos metidas entre los grupos ahora tibios del PRI y también en Morena, en competencia con el doctor zeta, ernesto zedillo. Una paradoja muy agobiante para México. Una democracia más sucia que la cara de aquel “ecoloco” de las fantasías televisivas. ¿Lo recuerdan?