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El capitán del América apunta para reaparecer ante La Máquina, a la que agarró como su cliente favorito
Ciudad de México.– La estampa en el túnel que da de los vestidores al hoy añorado Estadio Azul, fue apenas elocuente y ad hoc con la paternidad que hoy presume el que viste de crema sobre Cruz Azul.
El América caía en aquel duelo del Apertura 2016, 0-3 ante La Máquina al mediotiempo, en el aún fortín cementero, y entonces Oribe Peralta, como capitán del equipo, alzó la voz antes de regresar a disputar el complemento de un partido que había resultado un desastre para los suyos.
“Si les metemos el primero se van a cagar”, se leyó en sus labios y se escuchó apenas en el audio de aquella toma televisiva, les dijo el atacante a sus compañeros.
Acto seguido, en los 45 minutos restantes, como si fuera una sentencia o una historia conocida cuando estos colores se cruzan en un rectángulo verde, el de Coapa rubricó uno de los regresos más espectaculares en el llamado Clásico Joven.
Y, porque como lo dice Oribe, “siempre trato de poner el ejemplo”, el primer tanto de aquel sonado regreso aguilucho salió de su tachones pues, literal, así remató la caprichosa al fondo.
Le siguieron Silvio Romero, Pablo Aguilar y otra vez el Chino Romero, para sellar una victoria que enarboló aún más aquello del temor que los azules sienten por el amarillo.
Sin embargo, los capítulos del Cepillo cuando enfrenta a los de La Noria no se limitan a aquella imagen alentando a los suyos a intentar la voltereta, pues le sienta bien enfrentar a los celestes, y esto lo ha reflejado marcándole a diestra y siniestra a José de Jesús Corona.