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Alejanro Lelo de Larrea/Grupo Cantón
Sitio tristemente simbólico de la violencia y la represión en la historia de México: el Palacio de Lecumberri. Donde en 1913 fueron asesinados el presidente Francisco I. Madero y su vicepresidente, José María Pino Suárez. Donde estuvieron los presos políticos de los movimientos sociales de los 60 y 70.
Donde ahora se resguardan millones de fojas, microfilmaciones y documentos digitalizados de la historia de México. Hoy el Archivo General de la Nación.
Es ahí que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador presenta las conclusiones de su Consulta para la Pacificación y Reconciliación Nacional. Nada halagador el diagnóstico, y tampoco buenos augurios. Reconocen la gravedad del problema y su dificultad para resolverlo.
La responsable de los Foros, Loreta Ortiz, pide que en mano propia le entreguen a Obrador los resultados de todos y cada uno de los foros. Dos meses y medio de trabajos. Todo un acervo de información para la estrategia.
Representantes internacionales, como el de Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, representada por Yuri Frotof. Cita una frase de Kofi Annan, quien fuera secretario general de la ONU: “Las víctimas tienen derecho a la verdad y la justica, y garantías de que estos hechos no repitan nunca más”.
El Papa Francisco, también presente, a través de una misiva que se congratula de leer el nuncio apostólico Franco Coppola. “La iglesia está comprometida con México para la paz, la justicia y el bien de todos”, es el mensaje papal.
Violencia contra las mujeres. Carmen Moreno, secretaria de la Comisión Interamericana de Mujeres, pide que para combatir la violencia de género debe destinarse el 1% del PIB, y no el 0.3%, que es lo que se destina actualmente. Frases duras de Olga Sánchez Cordero, próxima secretaria de Gobernación: “Tenemos un México dolido”… “existen miles de desapariciones, algunas con permisión o intervención de agentes del estado”… “Los familiares buscan a los desaparecidos, no el estado”… “Recibimos un país violento y dolido”. Y una mención especial: “Gracias al Papa Francisco. Mi reconocimiento especial por su solidaridad, por acompañarnos a pacificar a nuestro querido México”.