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El manual de la buena esposa

Tú pa’ llá y yo pa’ cá

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Cada vez escuchamos más historias con finales no tan felices en relaciones de pareja. Maki y Juan Soler el año pasado, se habló de separación porque uno vivía en Miami y el otro en México. Por cuestiones de trabajo, claro, pero lo que importa es el resultado. Lo mismo ahora con Salma Hayek y su millonario esposo, Francoise Pinault. No vamos a hablar de separación de bienes, ni con qué se queda cada quien, pero se siente padre decir “el millonario”.

Fuertes rumores aseguran que ella se la pasa con su hija Valentina en EU, y “el millonario”, vive y trabaja en Europa. Aprendamos de las experiencias de parejas cercanas o de los famosos. Los pobres no gozan de privacidad, así que sirvan de algo las historias que leemos en los tabloides y en la prensa del corazón.

Es inevitable que la distancia mate o aleje a las parejas. Entiendo que hay que estar donde está el trabajo, pues habrá que hacer hasta lo imposible por estar en el mismo lugar. Sé que es complicado, cada quien tiene sueños, carreras, anhelos, metas profesionales, pero si se quiere tener una relación exitosa, debemos dormir acurrucados.

Al menos, contarnos lo que pasa cada día al final de la jornada. Confesarnos nuestros miedos y alegrías del día a día. Si esperamos un mes para vernos, con todo y que está el WhatsApp de nuestro lado, no funciona.

Terminaremos contándole nuestras intimidades a un nuevo confidente que no es precisamente la pareja marital. Así es, no hay de otra. Así que manos a la obra. Si por el trabajo o alguna otra razón vivimos lejos de la pareja y sentimos que hemos perdido la conexión, le seguimos el hilo de la mitad de lo que nos cuenta, porque ya no sabemos ni de qué o quiénes nos hablan; hay que actuar.

No permita que su matrimonio termine por culpa de la distancia. Siempre estamos a tiempo para reconectarnos. No se quede lejos de su pareja por los hijos, siempre existe la manera de organizarnos para estar todos juntos. No pierda al amor de su vida ni la oportunidad de ser muy feliz porque los separe la distancia geográfica.

Aquello de tú pa’ llá y yo pa’ cá no funciona. Es por eso que el divorcio de Juan Soler no tiene marcha atrás. También la separación de Salma Hayek va muy avanzada, por lo que cuentan. Pero usted seguramente sí está dispuesta a dar su brazo a torcer con tal de que estén juntos y acortar las distancias. Así podremos decir: “Y vivieron felices para siempre”, gracias a El manual de la buena esposa.

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