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Recibido por una comitiva de diputados y senadores, Enrique Peña Nieto (EPN) fue también recibido con mentadas de madre y gritos que resonaron en su consciencia, como los escuchó durante muchas manifestaciones a lo largo de sus seis años de gobierno como presidente constitucional del país.
Minutos antes de las once pasó por la puerta del Palacio Legislativo de San Lázaro, para entregar la banda presidencial y el timón del país. No dejó escuchar consignas de los seguidores de AMLO que lo tachaban de ratero.
Por su parte, dentro del recinto legislativo donde será la investidura de AMLO, EPN fue asediado por los legisladores adoctrinados a su partido, quienes no cesaron de pedirles selfies, como si fuera la misma celebridad que alcanzó la presidencia en 2012 gracias a su campaña en televisión.
EPN es el primer presidente en la historia de México con más desaprobación al terminar su administración, asimismo fue el presidente que rebasó en número de victimas mortales, la gestión del panista, Felipe Calderón Hinojosa. Se retira con un 68 por ciento de desaprobación, de acuerdo con el diario Reforma y con 134 mil muertos, según cifras oficiales.
En unos momentos comenzará el acto protocolario para que Andrés Manuel López Obrador, a diferencia de EPN, inicie su gestión como uno de los presidentes más aprobados por la población. “Primero los pobres” en su discurso, lo posicionó como el presidente más querido.
