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Tenemos que ser honestos: la ficción creada por J. K. Rowling tiene millones de seguidores en el mundo, cuando terminó la saga de Harry Potter, en 2011, la gran mayoría quedó en depresión, pues era la despedida de uno de los mejores universos jamás creados, y justo hace dos años, la chispa se encendió de nuevo pues la famosa escritora inglesa llevaría a la pantalla grande la historia de uno de los personajes más misteriosos y legendarios de ese famoso universo, Newt Scamander, el próximo líder de una pentalogía que llegaría con más aventuras, retos y magos, y cuya primera producción, Animales Fantásticos y dónde encontrarlos, marcaba un rumbo incierto, pues la historia y personajes dubitativos, no lograron enganchar como se esperaba con la audiencia.
En esta ocasión, Los crímenes de Grindelwald, comienza justo unos meses después del final de la primera entrega. Es el momento en que cumpliendo su amenaza, Grindelwald ha escapado de la custodia y se ha dedicado a reunir seguidores, la mayoría desprevenidos de su verdadera agenda: conquistar el mundo muggle, el cual gira alrededor de su icónica frase “Por el bien mayor”. En un esfuerzo por frustrar sus planes, Albus Dumbledore, recluta a su antiguo alumno Newt Scamander, quien accede a ayudar, sin darse cuenta de los peligros que le esperan.
Bien, la historia definitivamente está hecha para los amantes de los libros y la saga cinematográfica, pues solamente ellos encontrarán complaciente y entretenido un viaje que por momentos se torna cansado y repetitivo, utilizando una misma fórmula que ya, con el paso de los años, se torna cansada. Los personajes quedan mucho a deber, pues las actuaciones no dan el estirón adecuado, y aquí el mayor error es para el guión, que no permite un desarrollo fluido e interesante en la trama, pues incluso con el actor ganador del Oscar, Eddie Redmayne, tenemos a un protagonista carente de emotividad y punch, simplemente no da el ancho y no llena las expectativas.
En cuanto al villano, solo queda comentar que Johnny Depp ya está, desde hace años, en lo peor de su carrera, es olvidable y sin gracia, y esto es un gran pesar, pues su personaje es el del gran mago tenebroso antecesor a Voldemort, y su historia y personalidad tendría que haber sido algo mucho más impactante.
Algo que siempre será reconocido en este universo, es la fantasía que imprime Rowling con los elementos mágicos, y esta cinta no es la excepción, pero no es suficiente para mantenerla a flote; se nota sin fuerza y endeble, pues tanto la dirección de David Yates, como el guión de Rowling, no han permitido explorar más este maravilloso universo. Se quedan en la conformidad, y pareciera que esta nueva saga va en declive, esperando tener un estrepitoso choque contra el piso y su realidad.