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Hace un par de días llegó a la cartelera nacional una película mexicana que logra un knockout emocional en la audiencia, pues la historia toca temas sobre la búsqueda de la redención y la incesante culpa que ponemos sobre nuestra espalda, cuando las cosas no salen como lo esperamos. Un camino de soledad que la mayoría hemos tenido la desfortuna (o fortuna) de caminar.
Bayoneta, de la mano del director Kyzza Terrazas y del querido actor Luis Gerardo Méndez (Club de Cuervos, Nosotros los Nobles), en una coproducción México-Finlandia, nos presenta a Miguel Galíndez ‘Bayoneta’, un boxeador oriundo de Tijuana, quien busca forjarse una carrera en el mundo del boxeo, y tiene las cualidades necesarias para lograrlo. Sin embargo, en camino para alcanzar su meta, durante una pelea, las cosas toman un inesperado giro, frustrando así sus ambiciones, truncando su carrera y sumiéndole en una profunda crisis de la cual no logra recuperarse.
En primera instancia, la cinta muestra un lado distinto y poco explorado en el mundo del boxeo, es un relato íntimo y cruento sobre uno de los deportes más practicados en México, y que además, para las personas que son de escasos recursos y oportunidades, sirve como una plataforma de escape de las garras de la violencia y delincuencia que se encuentra en las calles de nuestro país.
En este rubro, la narrativa tiene un ritmo un poco lento, pues el conocer la historia y motivos por los que el personaje de Bayoneta, hace lo que hace y está donde está, requerirán de toda la paciencia del espectador para comprender y entender los razonamientos y acciones de un humano en agonía interna, pero con la voluntad firme para desafiar su destino y salir avante en la batalla final, y les prometo no defrauda por ningún motivo.
Acompañada de una totalmente sorprendente actuación del mexicano Luis Gerardo Méndez, la película se convierte en un preocupante recorrido por la psique deprimente del personaje principal, pues su constante adicción al alcohol, la autoflagelación interna, y la complejidad para enfrentar sus fantasmas, ocasionan en Bayoneta, una incesante aproximación a un precipicio imaginario, solo esperando saltar para perderse en su totalidad. Y es aquí donde encontramos el rayo de esperanza en la película, pues un último deseo por demostrar su valía, su temple y ganar un poco de dinero para solventar diversos inconvenientes, llevarán a Miguel Galíndez, a un trayecto sin retorno, pues redescubrirse y perdonarse forman ya, parte de su destino.
La cinta es un bello recorrido por las distintas escenografías invernales de Finlandia, un país que ayudó de gran manera a la realización de esta producción, y al final, es un agente complementario que permite una extraordinaria fotografía para la cinematografía de Kyzza Terrazas. La redención llega de las formas menos esperadas, pero al final, en cada uno de nosotros está la chispa para seguir adelante con nuestras vidas. Un mensaje que la película tiene bien definido y que se proyecta de manera sublime y sincera, convirtiéndola así, en lo que para opinión de su humilde servidor, en una de las mejores películas mexicanas del año.
Calificación: Muy buena
Reparto:
Luis Gerardo Méndez, Laura Birn, Ilkka Koivula, Brontis Jodorowsky, Ville Virtanen y Joonas Saartamo
Para complementar a Bayoneta:
Bayoneta emparenta con algunos clásicos del cine nacional que han abordado este subgénero cinematográfico: Campeón sin corona (Alejandro Galindo, 1946) y Nocaut (José Luis García Agraz, 1984).
DATO
El filme formó parte de la Selección Oficial en la 16º edición del FICM.