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CIUDAD DE MÉXICO.– Según cifras del Movimiento Migrante Mesoamericano, siete de cada 10 mujeres migrantes sufren abusos sexuales durante su viaje rumbo a Estados Unidos, y nueve de cada 10 sufren acoso sexual. Ante los múltiples casos de abusos y violaciones, muchas mujeres migrantes recurren a anticonceptivos hormonales como Depo-Provera, también conocido como “inyección anti-México“.
En su mayoría, las mujeres huyen de sus países de origen porque sufrieron violencia intrafamiliar, fueron víctimas de inseguridad e incluso obligadas a trabajar para mantener a sus parejas. “Tengo miedo de subirme al tren, pero más miedo me da regresar a mi país”, señalan.