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Era una ruptura obvia la de Julio Peralta y José Medel, pues entre ellos mismos se traicionaron en un movimiento golpista que fracasó
CIUDAD DE MÉXICO.– Se confirma el rompimiento entre el perredista Julio Peralta Valeriano y el priísta José Medel Ibarra.
La escisión en la cúpula del grupo golpista al SUTGCDMX se dio porque entre ellos mismos se traicionaron al existir intereses que ninguno de los dos quiere ni desea compartir.
El lunes 15 de octubre, durante los recorridos que realizó la jefa de Gobierno electa, doctora Claudia Sheinbaum Pardo, por los barrios de Cuautepec, alcaldía de Gustavo A. Madero, la presencia de Julio Miranda Valeriano con diez sujetos que lo acompañan a donde él va, confirmó lo que todos saben dentro del mundillo sindical que comparte: el rompimiento entre el grupo golpista que encabezaba José Medel y su vástago político.
Poco tiempo tardaron en darse cuenta que sus diferencias eran irreconciliables, y que la profundidad de sus medidas eran opuestas, pues mientras Medel Ibarra (priísta), quería dirigir todo como si fuera técnico de futbol, Miranda Valeriano quería operar de manera independiente con su grupo de golpeadores.
Sin consultar con José Medel, Julio Miranda se fue por la libre. Ejemplo de ello fue que en la GAM, durante los recorridos de agradecimiento de la próxima gobernante de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, leespetó de manera soez: “¿qué pasó con el movimiento?”, respuesta que no esperó de parte de la doctora, quien duramente respondió:“no quiero chismes, organícense”.
Julio Miranda de inmediato quiso quedar bien, y dijo: “le vamos organizar un evento con gente en Iztapalapa, que yo domino, y en Álvaro Obregón que domina Álvaro Dettor. La respuesta nuevamente fue “no quiero chismes, organícense”.
Julio Miranda Valeriano asumió como una dura derrota su osadía de haberse ido por la libre, porque después se le vio solo, y más tarde rumiando su coraje con su grupito de no más de diez de los suyos, que lo siguen a donde él ordena.
Es importante señalar que un periodista que se consideraba jugaba y estaba con ellos, pintó su raya, pues en el medio que representa entrevistó al que consideraban Miranda y Medel a su peor enemigo, Miguel Ángel Vásquez Reyes, exsubsecretario de capital humano y exasesor del Gobierno de la Ciudad de México.
Lo acusaron de haberse entregado al poder de Miguel Ángel Vásquez, por lo que el que el grupo “golpista” se fracturó, se dividió, viviendo su peor crisis de credibilidad, ya que en los recorridos que Julio Miranda hace únicamente lo acompañan unos pocos trabajadores voluntarios que no tienen plaza, de Nómina ocho –engañados de que les van a dar plaza y jubilados, a quienes les promete que los va a reactivar políticamente en las secciones.
Por ello, los 185 mil trabajadores al servicio de la Ciudad de México, no le siguen el juego a Julio Miranda, porque conocen sus malas prácticas de promesas incumplidas con la venta de plazas, dígitos sindicales, venta de hojas rojas y verdes, que ejerce aunque no se lea, entre los trabajadores de Limpia en Iztapalapa, Álvaro Obregón y Coyoacán, donde presume tener una gran influencia.
Esta acción “vergonzosa”, pone fin al intento golpista de un grupúsculo conformado por traidores, expresidiarios, que nadie respalda, pero lo más grave es que aspiraban llegar al poder, no para servir a la base trabajadora, sino para servirse con la cuchara grande, pues conocen el camino en el área en que se encuentran, usufructuando la miseria y necesidad de miles de trabajadores voluntarios y de Nómina ocho.
Los mismos trabajadores voluntarios en Iztapalapa invitaron a quien tenga dudas, para que realice un recorrido y pregunte las condiciones económicas en que se encuentran miles de ellos, con la promesa de Julio Miranda desde hace muchos años, de que se encuentra gestionado plazas para ellos, pero primero tendrán que pasar por Nómina ocho.
“Así aspira a un cargo mayor, cuando no ha cumplido desde hace muchos años a trabajadores voluntarios que confiaron en él”, denunciaron.
