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Después de que Uber ocultara información acerca del robo masivo de datos que sufrió en 2016, la empresa tendrá que pagar la cuantiosa cantidad de 148 millones de dólares, según informó el fiscal general de Iowa.
La sanción impuesta a la empresa surge a partir del ataque que sufrieron por parte de piratas cibernéticos o hackers al obtener información personal de 57 millones de usuarios, una filtración de datos que la empresa silenció por más de un año. Para resarcir el daño, Uber pagó 100 mil dólares a los delincuentes para que no difundieran la situación que envolvía a la compañía.
Según reportes, esta es la sanción más cara impuesta por las autoridades estadounidenses en la historia, relacionada al robo de datos personales. El acuerdo que se llegó entre la Fiscalía y la tecnológica con sede en San Francisco, fue la de implementar nuevas medidas de privacidad para la protección de datos de los usuarios, además de proporcionar a los clientes un reporte trimestral para que conozcan el estatus de seguridad en el que se encuentran sus cuentas.
Los piratas informáticos obtuvieron 607 mil números de licencia de conducir en Estados Unidos, millones de correos electrónicos y números telefónicos de los usuarios.
