Visitas
Las calificadoras están atentas ante las decisiones políticas y financieras que aplique el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
La victoria de AMLO le da margen de operación en su agenda legislativa. Según Standard & Poor’s, algunos de los principales desafíos que afrontará la administración de AMLO incluyen afrontar los altos niveles de corrupción, fortalecer el marco legal, impulsar el crecimiento económico y completar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Si el nuevo Presidente se aboca en resolver estos desafíos de forma eficaz, se expandirá el acceso a los servicios bancarios y de seguros, dos sectores materialmente sin grandes movimientos en la historia económica del país.
La nueva administración está proponiendo maneras de expandir la cobertura de los servicios bancarios. Una de ellas es ampliar el rol de la banca de desarrollo a fin de incorporar a los potenciales clientes de bajo ingreso y a las pequeñas y medianas empresas al sistema financiero, como lo ha propuesto el próximo secretario de Hacienda, Carlos Urzúa.
Aunque el sistema financiero de México se encuentra sólido, hay riesgos potenciales en el horizonte. Uno de ellos sería un resultado desfavorable de la renegociación del TLCAN, lo que podría provocar la caída del peso mexicano.
Aunque los bancos mexicanos tienen una exposición relativamente baja en moneda extranjera (alrededor de 15% del total de créditos), tal resultado podría provocar el avance de la inflación y presionaría la capacidad de ingreso de las familias, lo que daría como resultado una calidad de activos más débil. Además, sería perjudicial para el sector de seguros debido al potencial descenso de las inversiones en el país y de la demanda de estos productos.