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¿Qué onda mis pepinos ¿cómo están? Ay yo tipo súper triste y es que el otro día estando en la playa fui testigo de un espectáculo, que fue igual de increíble, que de decepcionante y es que del mar salió una tortuga enorme y hermosa a desovar, la verdad es que se te enchinaba la piel de ver la maravilla de la naturaleza. Bueno yo estaba de lo más feliz, cuando vi que como que toda la gente se empezó a juntar y hacer bola, rodeando a la pobre tortuga, que iba ahí paso a pasito; luego en eso llegaron un par de escuincles a quererla tocar y sus papás no les decían nada ¡ay con unas ganas de que la tortuga los mordiera! Pero eso no fue lo peor pepinos; si no que toda la gente se fue corriendo por sus celulares, para “capturar el momento”, luego una señora tirándose al suelo, para dizque obtener la mejor imagen y es que ahora resulta; que todos se creen fotógrafos profesionales ¿no adoran? A ver les aviso Millenials y Sras. Ridículas como esa que vi: ¿por qué no viven el momento y lo ven con sus propios ojos? Luego en un futuro los reviven en su mente, eso se llama Recuerdos ¿si ubican, no? ¿Qué? si no toman la foto, no hay testimonio de la experiencia o ¿qué güey? Y si les roban el teléfono, se quedan como conjunto vacío sin recuerdos ¿hello? Siguiendo con mi relato luego pasó lo que nadie se esperaba, la tortuga se dio la media vuelta y se regresó al mar, ha de haber pensado “ni loca dejó mis huevos con esta bola de salvajes que de seguro se los van a comer, o sea, fue más inteligente y prudente la tortuga que esa bola de gente “dizque civilizada” ¿hello kitty?