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Muchas personas comen insectos a propósito. El resto los consumimos por accidente, y no hablamos de un par de hormigas, sino entre 453 y 907 gramos al año. Otro dato que podría resultar sorprendente es que la mayoría de estos insectos están dentro de comida procesada y empacada.
Estudios publicados por Food & Drug Administration, señala que podríamos estar consumiendo cerca de 1 kg de insectos al año inconscientemente.
“La agricultura no se da en un entorno aséptico. Cuanto más ecológica y libre de productos químicos es, más insectos contendrán los productos, aunque no los veamos”, escribía este especialista en un artículo sobre el tema e+n el Diario Sur.
Muchos de estos podrían habitar en algunos alimentos empaquetados.
Pongamos algunos ejemplos. El brócoli congelado puede contener algunos pulgones o ácaros; el chocolate, exoesqueletos de insectos.
227 mililitros de zumo de naranja pueden contener legalmente cinco moscas de la fruta y 100 gramos de espinacas congeladas, 50 ácaros, pulgones y un poco de oruga.
Puede que esto te haga sentir intranquilo con respecto a lo que tienes en tu alacena, pero piensa que estos insectos son altamente nutritivos. Existen alrededor de mil 500 especies de insectos comestibles y forman parte de la dieta regular de más de 3 mil etnias.
Recordemos que según los estudios nutricionales sobre los insectos, contienen hasta un 40 o 50% de proteínas, una cifra muy elevada en comparación con la carne de ternera –por poner un ejemplo-. “Las proteínas de los insectos no son de tanta calidad como las de los huevos o la carne, pero se trata de un perfil de aminoácidos muy interesante”, nos explica Javier Morallón. Un kilo de insectos tiene más materia alimenticia aprovechable que un kilo de pollo.
Algunos de los insectos que más se consumen y aportan proteína al organismo son:
Grillos
Escarabajos
Hormigas
Chapulines
Alacranes
Gusanos de maguey
Todos ellos, son saludables y no impactan negativamente la salud. Incluso, la OMS (Organización Mundial de la Salud), recomienda consumir insectos para combatir la hambruna en algunas comunidades.
Por lo tanto, no debemos alarmarnos si comemos insectos sin darnos cuenta. Lo que sí es muy importante es siempre lavar con agua, jabón, y desinfectante si es el caso, todas las frutas y verduras que consumimos, no tanto por los insectos, también por las bacterias que pueden desarrollarse.