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20/12/2019 05:05 / Centro, Tabasco
Besi Mabel Ávila tiene ganas de llorar. Esta navidad no estará con sus hermanas, mamá, menos con sus tres hijos; la pasará sola. Hace seis meses salió de Honduras y hoy espera en el albergue “Oasis de Paz del Espíritu Santo Amparito”, que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) le otorgue el permiso para trabajar en San Luis Potosí.
“Estaba acostumbrada a celebrar la navidad en familia, pero ahora voy a pasarla sola, sin mis hijos. He pasado noches enteras sin dormir. Pero mi fortaleza es Dios, en Él deposito mi confianza”, comenta.
LA DECISIÓN
Dice que salió de Honduras por los altos índice de inseguridad y falta de empleo. Cuando tomó la decisión de migrar, no avisó a su mamá, sino a una hermana para evitar preocupación.
Besi Mabel no es la única migrante que pasará la navidad sin su familia, también hay 14 personas más que esperan el resolutivo de la Comar. Son procedentes de Haití, Nicaragua, además de Honduras; y su meta ya no es llegar a Estados Unidos, sino quedarse en México.
De acuerdo con Elsi Suárez Martínez, secretaria del albergue, la mayoría de los migrantes que llegan al inmueble, están en proceso de autorización de permisos para permanecer en México.
Ahí ayudan a los migrantes brindándole un hogar para descansar, medicamentos, además de alimentos compartidos, ahí pasarán su navidad 15 migrantes de distintas nacionalidades.