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REDACCIÓN
Un bebé recién nacido fue localizado la noche del jueves en el atrio de la parroquia San Juan Obispo, ubicado en la colonia Granjas San Pablo de Tultitlán.
De acuerdo con los primeros reportes, una llamada de auxilio movilizó a policías municipales quienes encontraron al menor envuelto en cobijas; tras ello pidieron apoyo de Protección Civil.
Feligreses se acercaron y, entre sorpresa y angustia, improvisaron un resguardo en medio del frío y el desconcierto. “Lo tenían abrazado, protegiéndolo del viento… parecía que llevaba poco tiempo ahí”, relató la oficial Janet Maya Robledo, quien tomó al menor en brazos al llegar al sitio.
Tras ser estabilizado, el recién nacido fue trasladado al Hospital ISSSTE Bicentenario. Ahí, médicos revisaron su estado de salud, confirmando que estaba fuera de peligro, aunque deshidratado y con signos de exposición al clima. Afuera, entre rezos, rabia contenida y llanto, feligreses no lograban comprender cómo alguien fue capaz de abandonarlo así, como un objeto descartado.
En un acto simbólico que mezcló fe y desesperación, el párroco y los asistentes decidieron bautizarlo como “Jesús”, intentando darle identidad donde la indiferencia intentó borrarla. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México abrió una carpeta de investigación para localizar a la persona responsable y esclarecer las circunstancias del abandono.