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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
Una camioneta se volcó y cayó dentro de una zanja de aguas negras luego de perder el control; el accidente ocurrió durante la madrugada del martes en el camino viejo a Tlacotepec, a la altura del paraje conocido como El Refugio, en la zona sur de Toluca.
La causa probable apunta a exceso de velocidad, una falla mecánica o las malas condiciones del camino, donde la falta de vigilancia es constante.
El vehículo, una camioneta blanca de doble cabina, terminó recostado de costado en un canal a cielo abierto por donde corren aguas residuales espesas. La carrocería quedó deformada por el golpe, con abolladuras visibles y cristales rotos; parte del frente quedó sumergido entre lodo, desechos y espuma oscura, mientras del motor emanaban olores a combustible y aceite quemado.
Vecinos que descubrieron la escena al amanecer describieron un panorama repulsivo y alarmante. El hedor de las aguas negras impregnaba el ambiente, y alrededor del vehículo podían verse manchas de fluidos y rastros de arrastre. “Nadie ha venido. No sabemos si el conductor salió herido, si alguien lo ayudó o si quedó atrapado”, relató un habitante de la zona, quien alertó del peligro que representa la unidad abandonada.
La ausencia total de autoridades alimentó la incertidumbre. Durante horas no se observó presencia de policía, Protección Civil ni personal de emergencia, pese a que la camioneta obstruye parcialmente el paso y obliga a los conductores a maniobras riesgosas en un tramo estrecho y sin iluminación.
El accidente, más allá del metal retorcido y el morbo de un vehículo hundido en aguas fecales, exhibe una constante: la negligencia institucional. En Tlacotepec, una camioneta volcada no solo cayó en una zanja, también quedó sepultada en la indiferencia.
