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Una explosión de gran magnitud estremeció un domicilio utilizado como presunto taller clandestino de pólvora en San Diego de los Padres Cuexcontitlán, en Toluca
REDACCIÓN
Una explosión destruyó un domicilio utilizado como taller de pirotecnia, hecho que dejó a una persona lesionada y provocó un incendio; el siniestro ocurrió la mañana del martes, en la calle Independencia, a espaldas de la zona de Los Sauces, en la comunidad de San Diego de los Padres Cuexcontitlán, en Toluca.
La causa probable apunta a la manipulación o almacenamiento irregular de pólvora y materiales explosivos, presuntamente sin medidas de seguridad ni permisos oficiales.
El estallido fue brutal. El estruendo sacudió viviendas cercanas, rompió cristales y levantó una densa nube de polvo y humo visible a varios metros de distancia. En segundos, la casa se convirtió en un campo de ruinas: muros colapsados, láminas retorcidas y restos de artefactos pirotécnicos esparcidos como metralla. El fuego se extendió rápidamente, alimentado por residuos inflamables, mientras los gritos de auxilio rompían el silencio de la mañana.
Vecinos, aún aturdidos, corrieron para intentar ayudar. Algunos relataron que desde hace tiempo el inmueble era señalado como un punto donde se fabricaban cohetes y fuegos artificiales de manera artesanal. Entre los escombros fue localizada una persona con quemaduras severas, heridas abiertas y múltiples contusiones causadas por la explosión. El lesionado fue rescatado y trasladado de urgencia a un hospital, con lesiones que ponen en riesgo su vida.
Bomberos y personal de Protección Civil lograron sofocar el incendio, mientras elementos de la Policía Estatal acordonaron la zona. La intervención de la Secretaría de la Defensa Nacional elevó la alerta, ante la posibilidad de que quedaran restos de pólvora activa o artefactos sin detonar, lo que obligó a una revisión minuciosa del inmueble colapsado.
Las autoridades iniciaron una investigación para determinar si el taller operaba de forma clandestina y si existía responsabilidad penal por el manejo ilegal de explosivos. Entre cenizas, sangre y restos humeantes, la escena dejó una advertencia clara: la pirotecnia sin control convierte hogares en bombas y celebraciones en tragedias.