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FERNANDO ORTIZ
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- En la capital, a lo largo de la Calzada de Tlalpan y sus alrededores, una numerosa red de hoteles de paso y moteles opera en un vacío regulatorio que se vincula con un mayor riesgo de explotación sexual y trata de personas, debido a la falta de supervisión, protocolos de seguridad y mecanismos efectivos de control.
Aunque muchos de estos establecimientos, catalogados de manera informal como “hoteles de paso”, son parte de la oferta de alojamiento temporal de la ciudad, no existe una regulación específica que obligue a estos lugares a implementar medidas efectivas contra delitos como la trata de personas y la explotación sexual, un fenómeno que ocurre tanto en hoteles como en casas de citas y otros alojamientos temporales.
La Secretaría de Turismo de la Ciudad de México reporta que, en la alcaldía de Tlalpan, existen cerca de 25 hoteles y moteles con más de mil 700 cuartos disponibles, muchos de ellos ubicados en tramos de calzada que conectan con puntos de alta circulación y tráfico humano.
La ausencia de regulación específica —como requisitos de capacitación en detección de trata o protocolos obligatorios de denuncia— ha sido señalada como un factor que puede facilitar que redes criminales utilicen estos espacios como puntos de encuentro o almacenamiento temporal de víctimas de explotación sexual, incluyendo migrantes y personas vulnerables.
La trata de personas con fines de explotación sexual es un delito tipificado en el Código Penal para el Distrito Federal, que sanciona a quienes facilitan, trasladan o reciben a personas con el propósito de explotarlas sexualmente.