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FERNANDO ORTIZ
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- Cada concierto realizado en el Estadio GNP Seguros y el Palacio de los Deportes deja al descubierto la operación de los franeleros, quienes aprovechan los eventos masivos para adueñarse de calles completas y convertir el espacio público en un negocio ilegal.
Las principales vialidades cercanas, como Viaducto Río de la Piedad, Río Churubusco y Eje 3 Oriente, son afectadas, ya que la presencia de franeleros provoca un desorden total en la movilidad, pues permiten que los autos se estacionen en doble fila, sobre banquetas, rampas para personas con discapacidad y accesos a viviendas. Esto genera cuellos de botella, obstruye el paso de peatones y dificulta la circulación de servicios de emergencia.
También, en el caso de “La México”, desde horas antes de que inicien los espectáculos, los viene viene apartan lugares que están reservados para parquímetros, fijando cuotas de hasta 100 pesos por automóvil. Estas tarifas no tienen regulación alguna y se imponen bajo presión, ante la falta de alternativas y estacionamientos insuficientes en los recintos.
Además, al estar a los alrededores de los establecimientos, ellos mismos redirigen los automóviles entre calles para así poder llevarte a donde ellos ya tienen compañeros acomodando los automóviles.
Vecinos señalan que este problema se repite en cada evento y que los franeleros actúan con total confianza, como si contaran con tolerancia o ausencia deliberada de autoridad. A pesar de que esta práctica es ilegal en la Ciudad de México, los operativos son esporádicos y no logran erradicarla.
