Visitas
Aunque son afiliados al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, los legisladores contratan seguros por su cuenta
REDACCIÓN
Ciudad de México.- Pese a ser derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), diputados y diputadas de las legislaturas LXIV y LXV no confían en la atención médica pública.
Y es que ocho de cada 10 legisladores reportaron ante el Congreso de la Unión, del 2019 al 2024, que prefirieron atenderse en hospitales privados, así lo dio a conocer en un informe Proceco.
Cabe recordar que desde el 2018, año que entró la LXIV Legislatura, las y los diputados suprimieron su seguro de gastos médicos mayores, de vida, de separación individualizada y el fondo de ahorro.
“Los diputados que acabaron la legislatura tenían una remuneración mensual de 128 mil 230 pesos netos mensuales y los integrantes de la LXIV ganarán 91 mil 507 pesos, con la cancelación del seguro de vida institucional, seguro de gastos médicos mayores, seguro de separación individualizada y el fondo de ahorro”, dijo el 11 de septiembre de 2018 Mario Delgado, entonces líder de Morena.
Por tal motivo y aunque se les descuenta de su sueldo una cuota para su atención médica en el ISSSTE, los funcionarios públicos optaron por pagar ellos mismos su seguro o de plano atenderse en servicios privados por cada evento.
En 2019, 110 legisladores aceptaron haber utilizado atención médica pública, mientras que en 2020, año marcado por el inicio de la pandemia, la cifra subió a 224; sin embargo, desde 2021 la cifra se fue desplomando, caso contrario a la atención privada que fue creciendo año con año.
Uno de los casso que mostró que la atención médica pública no es opción para los diputados ocurrió el 10 de septiembre pasado, cuando el diputado de Morena, Manuel Espino, sufrió un derrame cerebral, por lo que fue hospitalizado de urgencias en una institución privada.
Incluso, Ricardo Monreal justificó la atención médica privada: “No hay gastos médicos mayores y solo disponemos, como todos los mexicanos, del ISSSTE. Por la gravedad por la que se vio inmerso nuestro compañero diputado, fue a una institución privada”.
En tanto, la Unidad de Transparencia de la Cámara alta alegó que las y los senadores “no están obligados a reportar” si tuvieron atención médica y, en su caso, a qué servicios recurrieron.
“De ser el caso, existiría impedimento para proporcionar la información requerida, por tratarse de datos personales sensibles que podrían revelar el estado de salud presente o futuro de las senadoras y senadores”.
