89 lecturas
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez
Hace un par de días Donald Trump firmó una orden ejecutiva como “arma de destrucción masiva”, el afán expansionista del llamado “ente naranja” comenzó con cambiar oficialmente el Golfo de México para renombrarlo como Golfo de América; la escalada trumpista ha ido tomando poco a poco el control de varios países en el continente, empezando por Argentina y recientemente con Chile, sin dejar de presionar a Venezuela por su gran cantidad de petróleo y sobre todo, y fundamentalmente de tierras raras. Ha sido la pericia de nuestra presidenta la que nos ha llevado a transitar por un camino que no ha sido fácil: aranceles, presiones por el agua, presiones en la frontera, persecución a los connacionales, etc.
Desde que llegó al poder, Trump no ha dejado pasar literalmente una semana sin que surja con una nueva presión, sin embargo y luego de que declarara a los cárteles como grupos terroristas, da un paso más peligroso para nuestra soberanía, ¿qué consecuencias puede tener para nuestro país esta nueva escalada?
Se puede esperar mayor imposición de aranceles y negativa a firmar de nuevo el TMEC; más presión sobre el gobierno mexicano para combatir los cárteles; posibles acciones militares ya que esta última orden ejecutiva permite al Pentágono y al Departamento de Justicia norteamericano para usar herramientas antiterroristas.
Claramente es una escalada que apunta a todo, menos a un real combate contra las drogas, no hay políticas contra el consumo, no hay detenidos en Estados Unidos, las grandes empresas que lavan dinero en territorio norteamericano proveniente de los cárteles se encuentran en Wall Street y por supuesto, no toca a China, uno de los grandes productores de fentanilo del mundo.
El TLC, firmado en diciembre de 1992, bajo el mandato de Carlos Salinas ancló el destino económico del país, haciéndonos un territorio de maquila que poco a poco hemos ido revirtiendo (solo en los últimos 7 años), sin embargo, aproximadamente el 80% de la exportación nacional va a mercados norteamericanos y revertir esa dependencia tomará décadas, no queda más que seguir confiando en la pericia de la presidenta Sheinbaum cuya fuerza es respaldada por el 70% de la probación que aprueba su mandato.
