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- Cerca del 10.2% de la población de la alcaldía presenta un rezago educativo
- Se incorporan los estudiantes al mundo laboral para conseguir dinero
Fernando Ortiz
Ciudad de México.- Iztapalapa, la alcaldía más poblada de la Ciudad de México, enfrenta retos particulares en materia educativa. Con más de 1.8 millones de habitantes, la densidad poblacional y la concentración de zonas urbanas marginales hacen que la deserción escolar sea especialmente preocupante.
Aproximadamente 10.2 % de la población presenta rezago educativo, lo que se traduce en decenas de miles de jóvenes que no completan la educación obligatoria. Uno de los factores que inciden en el abandono escolar en Iztapalapa es la necesidad económica.
Muchos estudiantes deben incorporarse tempranamente al trabajo para ayudar a sus familias, lo que reduce significativamente la permanencia en secundaria y bachillerato, y esta situación se agrava en colonias con menor acceso a servicios básicos y transporte público, donde desplazarse a la escuela se vuelve un desafío diario.
La infraestructura educativa también enfrenta limitaciones; algunas escuelas de Iztapalapa operan con alta saturación de alumnos, falta de recursos y escasa tecnología, lo que afecta la calidad de la enseñanza y la motivación de los estudiantes.
La pandemia de COVID-19 evidenció estas carencias, ya que muchos jóvenes tuvieron dificultades para acceder a clases en línea o mantener un ritmo educativo adecuado.
Otro factor crítico es la percepción de relevancia de la educación. Para varios jóvenes, la escuela no ofrece oportunidades claras de desarrollo profesional ni programas que vinculen sus estudios con el mundo laboral.
Esto genera desmotivación y, en muchos casos, lleva al abandono de los estudios.

En respuesta a esta problemática, autoridades locales han comenzado a implementar programas de apoyo focalizados: becas económicas, tutorías personalizadas, actividades extracurriculares y vinculación con centros de capacitación laboral.
Sin embargo, especialistas señalan que los esfuerzos deben intensificarse, con un enfoque integral que combine recursos materiales, acompañamiento psicológico y estrategias comunitarias que involucren a familias y líderes locales.
Iztapalapa representa retos educativos de la CDMX: alta población, desigualdad socioeconómica, infraestructura insuficiente y un rezago educativo persistente.
En el ciclo escolar 2022–2023, la tasa de abandono en bachillerato en la CDMX fue de 15.1 %, muy por encima del promedio nacional de 11.2 %. A pesar de que la capital cuenta con una alta tasa de absorción —130.8 %, pues muchas escuelas reciben a jóvenes de municipios conurbados u otras entidades—, el problema persiste.
La salida prematura del sistema educativo no solo afecta el futuro académico de quienes abandonan, sino que también reproduce desigualdades estructurales: reduce oportunidades laborales, limita movilidad social, incrementa la vulnerabilidad a la pobreza e informalidad y perpetúa la marginación en ciertas comunidades.
Además, el abandono en bachillerato afecta el acceso a la educación superior, impactando la capacitación y desarrollo profesional de miles de jóvenes capitalinos.
