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La desaparición del joven, registrada el 13 de noviembre en Cuautitlán Izcalli, mantiene en tensión a las familias que siguen sin respuestas de la autoridad
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
A casi un mes de la desaparición de Jeshua Cisneros Lechuga, la comunidad izcallense vive entre la zozobra y la exigencia de respuestas. Las autoridades municipales aseguran que, desde el 15 de noviembre, activaron protocolos de búsqueda en coordinación con la Fiscalía estatal y la COBUPEM, iniciando once intervenciones que han incluido sobrevuelos con drones, revisiones domiciliarias y recorridos focalizados en zonas donde se presumía algún indicio.
El presidente municipal, Daniel Serrano, informó que dos de estas acciones las del 25 de noviembre y 6 de diciembre fueron reforzadas con personal estatal, además de jornadas de fijación de carteles y recolección de testimonios realizadas junto a la familia del joven.
El edil afirmó mantener comunicación constante con los padres y rechazó que exista omisión alguna, señalando que incluso han detectado intentos de manipular el caso con fines ajenos a la búsqueda; sin embargo, el ánimo social dista de tranquilizarse. La falta de resultados aviva dudas, temores y reclamos en un municipio que exige claridad y mayor contundencia en las investigaciones.
El ambiente en las colonias donde se han realizado los rastreos es de inquietud palpable. Ana María, vecina de la zona, confiesa: “Una desaparición así te paraliza. Piensas en tus hijos, en tus sobrinos. No sabemos qué esperar y tampoco vemos avances reales”.
Rodrigo, otro habitante, lamenta la incertidumbre: “La familia merece respuestas. No basta con decir que hay operativos; queremos resultados. Vivimos con miedo y con coraje”.
La comunidad exige que la búsqueda se intensifique y que se informe con total claridad. Para los residentes, hallar a Jeshua no solo significa justicia para una familia, sino recuperar la seguridad que sienten perdida.
