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La Legislatura abrió la puerta para crear las localidades San Pablo de las Salinas, San Francisco Tlalcilalcalpan, San Miguel Zinacantepec y Santa Catarina Ayotzingo
REDACCIÓN
El Estado de México podría enfrentar su mayor reacomodo territorial desde principios del siglo XXI, esto luego de que la Comisión de Límites Territoriales del Congreso local, inició la revisión formal de cuatro expedientes con los que diferentes comunidades buscan desprenderse de sus municipios actuales y constituirse como demarcaciones autónomas.
Las solicitudes proceden de San Pablo de las Salinas, hoy bajo la administración de Tultitlán; San Francisco Tlalcilalcalpan, perteneciente a Almoloya de Juárez; así como San Miguel Zinacantepec y Santa Catarina Ayotzingo, ambas localidades dentro del municipio de Chalco.
De acuerdo con Román Francisco Cortés Lugo, presidente de la comisión legislativa, los peticionarios serán notificados en un periodo de quince días hábiles, a partir del 4 de diciembre, si sus documentos cumplen con los requisitos mínimos de ley y pueden avanzar a la siguiente fase. El plazo, interrumpido por el receso parlamentario, vencerá el 9 de enero de 2026.
Los requisitos no son menores. La legislación demanda que cada aspirante a municipio supere los 40 mil habitantes, garantice infraestructura suficiente para alojar sus oficinas gubernamentales y demuestre que cuenta con ingresos propios que le permitan sostener sus servicios sin depender completamente del erario estatal o federal.
Además, se evaluará su delimitación territorial, la viabilidad administrativa y el impacto de la fragmentación sobre las localidades que quedarían atrás.
Este debate no es nuevo. Desde 2003, cuando surgió Tonanitla como la más reciente división municipal, múltiples regiones mexiquenses han exigido autonomía con el argumento de que sus gobiernos centrales jamás los incluyen en presupuestos ni obras.
En Ecatepec, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Chalco y otros municipios se han levantado voces con solicitudes similares, pero ninguna había logrado llegar tan lejos como las cuatro que ahora estudia el Congreso.
