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Concentran las colonias Santa Martha Acatitla, Lomas de Zaragoza y San Lorenzo Tezonco los delitos
Fernando Ortiz
Ciudad de México.- La alcaldía Iztapalapa gobernada por Aleida Alavez sufre por constante inseguridad, como robos a casas y asaltos a transeúntes golpean día a día a sus habitantes, mientras la violencia y la impunidad marcan la rutina de miles de familias que viven con miedo constante en la alcaldía más poblada de la Ciudad de México.
Entre enero y marzo de 2025, Iztapalapa acumuló 472 denuncias por robo a casa habitación, la cifra más alta de toda la Ciudad de México, según reportes al 911.
Además, la violencia en la vía pública sigue siendo un problema persistente, ya que en 2025 la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) detuvo a varios presuntos responsables de asaltos a transeúntes en distintas colonias de la alcaldía.
Aunque entre 2018 y 2024 Iztapalapa experimentó una disminución sostenida en delitos de alto impacto, la percepción de inseguridad sigue alta y en ciertos barrios el delito repunta.
En los hurtos a vivienda, muchos casos se registran sin violencia, los delincuentes aprovechan la ausencia de los ocupantes, la falta de sistemas de seguridad o la baja vigilancia vecinal.
En cuanto a los asaltos en la calle, los patrullajes recientes han resultado en detenciones, pero los reportes indican que los robos con violencia y amenazas en calles poco iluminadas y transitadas siguen generando temor entre los habitantes.

Algunas colonias de Iztapalapa aparecen ya en listas recientes como “zonas de alta incidencia delictiva”, dentro de ellas destacan Santa Martha Acatitla, San Lorenzo Tezonco y Lomas de Zaragoza, donde se concentran robos a transeúntes, hurtos a viviendas y actividades delictivas recurrentes.
Las autoridades admiten que la informalidad urbana, la densidad poblacional, calles con poca iluminación y la movilidad constante facilitan la operación de bandas delictivas que actúan con rapidez y evaden la vigilancia.
En 2025, la SSC reportó una caída del 13 % en la incidencia delictiva general en Iztapalapa, gracias a estrategias de patrullaje, inteligencia, ampliación de cuadrantes y atención comunitaria.
No obstante, la frecuencia de robos a casas y asaltos a transeúntes indican que la estrategia aún enfrenta desafíos estructurales como falta de alumbrado, vigilancia irregular, carencia de servicios sociales, y zonas con alta marginación.