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REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La avenida Juárez, eje principal del municipio de Chicoloapan, se convirtió en un punto de colapso permanente desde que la construcción del Arco de Bienvenida quedó en abandono. Lo que comenzó como un proyecto emblemático terminó convertido en un estorbo urbano que bloquea carriles, estrangula la circulación y golpea directamente a los comercios establecidos en la zona.
El avance es inexistente y las estructuras colocadas hace meses permanecen igual, acumulando tierra, basura e indignación vecinal. Para quienes trabajan en el corredor comercial, el panorama es devastador.
“Nos dejaron atrapados entre tráfico y pérdidas”, lamenta don Esteban, dueño de una tlapalería que ha visto caer su clientela a niveles críticos.
Los locatarios calculan afectaciones de hasta el 40%, mientras que cada día los automovilistas soportan filas que avanzan a vuelta de rueda por un tramo que antes se recorría en minutos.
El malestar se dirige de manera frontal al presidente municipal, Francisco Javier Mendoza Vásquez, a quien acusan de desaparecer ante la crisis.
No ha emitido informes sobre el presupuesto ejercido, las razones de la suspensión ni una fecha para reanudar los trabajos.
