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Por Salvador Guerrero Chiprés
REPLANTEAR LA SEGURIDAD DIGITAL
En el espacio digital, la mayor vulnerabilidad no proviene necesariamente de criminales expertos, sino de la ilusión de necesitar solo una identidad en internet.
La seguridad de cualquier ciudadano que aspire a no ser víctima de fraudes o robos de datos empieza por desmontar esa idea. El perfil único es el equivalente contemporáneo a dejar las llaves de la casa, oficina y auto en el mismo llavero.
Basta una filtración, un descuido o una intervención maliciosa para que se desplieguen daños en cascada: accesos a cuentas bancarias, robo de contraseñas, suplantación en redes sociales o manipulación de información familiar.
Las cifras del C5 revelan el desafío. Desde el 2024 hemos registrado cerca de siete mil reportes por fraude a través de las líneas 089, 9-1-1 y 55 5036 3301 especializada en casos de extorsión y estafas.
La respuesta institucional tiene avances importantes. La Jefa de Gobierno, Clara Brugada, ha delineado una estrategia que articula sanciones más severas, fortalecimiento de la investigación y mecanismos de denuncia más ágiles. Un andamiaje necesario, pero insuficiente si no se fortalece en lo personal la ciberprevención.
Temporadas de promociones como el Black Friday, que inicia hoy, son momento para replantear nuestra seguridad digital con prácticas como la creación de distintos perfiles según la actividad: para transacciones financieras, compras, redes sociales o vida familiar. Utilizar correos independientes, contraseñas únicas, métodos de pago confinados reducen el riesgo de filtraciones cruzadas.
Si un atacante accede al perfil de compras, no necesariamente ingresará al sistema bancario; si vulnera la identidad recreativa, no tendrá acceso a archivos laborales o conversaciones sensibles.
Una forma de establecer fronteras útiles.
