Visitas
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La noche del lunes dejó al descubierto el deterioro de la seguridad en Valle de Chalco. En la Guadalupana 2ª sección, un presunto ladrón fue cercado por vecinos luego de asaltar a dos jóvenes. La captura ocurrió tras una rápida cadena de avisos entre residentes, quienes rastrearon al sospechoso hasta la avenida Las Torres.
Allí lo retuvieron en medio de gritos, empujones y una tensión creciente que anticipaba un castigo por cuenta propia.
Un testigo relató que varios vecinos llegaron con la intención de golpearlo e incluso apareció una cuerda entre la multitud. La policía municipal llegó cuando la situación ya se había desbordado.
Según narraron los colonos, los agentes argumentaron que retiraban al detenido para “prevenir un enfrentamiento mayor”, lo que provocó molestia entre los presentes, quienes reprocharon la tardanza habitual de los uniformados.
El episodio reflejó una crisis que rebasa esta colonia. Habitantes de otras zonas denuncian que los patrullajes son escasos y que, al reportar emergencias, reciben respuestas tardías o evasivas.
“Para cuando llegan, si llegan, el delincuente ya desapareció”, lamentó una vecina de Avante. La percepción de abandono se ha extendido sin freno, alimentada por administraciones que, afirman, privilegian acciones de imagen antes que la seguridad.
En respuesta, la ciudadanía ha comenzado a tejer sus propios mecanismos de protección. Chats vecinales que alertan en minutos, recorridos nocturnos organizados por cuadra y cámaras instaladas con aportaciones propias forman parte de una red improvisada para suplir a la autoridad. “No queremos violencia, queremos que nos cuiden”, dijo un vecino que participa en las rondas.