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Por Salvador Guerrero Chiprés
Cada 25N, cuando se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer tenemos la oportunidad de mirar desde otra perspectiva uno de los grandes pendientes y convertirnos en aliados de su causa.
¿De qué color son las gafas con las que miras? Este año, en el C5 nos hicimos esa pregunta e incorporamos la estrategia “gafas violetas”, que es la capacidad de atender de forma sustantiva e igualitaria el tema estructural de las violencias contra las mujeres.
Herramientas como las líneas SOS Mujeres *765 y el 9-1-1 han sido centrales para contribuir al rompimiento de los ciclos violentos enfrentados por ellas, principalmente en el hogar y por parte de su pareja.
Este año hemos apoyado en más de 75 mil reportes por violencia física, emocional o sexual, ocurrida principalmente sábado y domingo y entre 20:00 y 23:00 horas.
“Gafas violetas” forma parte de una política iniciada en la CDMX por la ahora Presidenta Claudia Sheinbaum e impulsada por Clara Brugada con esquemas como el Sistema de Cuidados para transformar actividades históricamente destinada a las mujeres en su detrimento, o Autonomía Económica de las Mujeres, diseñado desde la Secretaría de las Mujeres a cargo de Daptnhe Cuevas y dirigido por María Elena Esparza Guevara.
En seguridad, la visión de género implica enfocarse en políticas transformadoras contra las violencias en el espacio callejero, transporte público, escuelas. Y abatir datos dolorosos: en el mundo, de acuerdo con ONU Mujeres, una de cada tres mujeres ha experimentado violencia física o sexual a lo largo de su vida.
Adoptar “gafas violetas” es un cambio profundo en la forma de interpretar la ciudad, su violencia y silencios. La estrategia es una invitación colectiva a las instituciones, ciudadanía, comunidad escolar, sector privado y familias para ajustar su propia mirada y la violencia deje de parecer inevitable.
