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La Facultad de Derecho de la UAEMéx suspendió por dos días todas las actividades presenciales debido al corte del líquido provocado por mantenimiento
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) entrará, hasta el próximo lunes, en una pausa forzada de toda actividad presencial.
La dirección determinó trasladar la operación académica a esquemas digitales, luego de que el plantel quedara sin agua a raíz de las maniobras de rehabilitación en el Tanque de San Miguel Apinahuizco, infraestructura clave para la distribución del recurso en amplias zonas de Toluca.
La intervención en este contenedor comenzó el 10 de noviembre y, según el organismo operador, forma parte de un programa integral destinado a modernizar la red municipal.
Aunque las obras son necesarias, su impacto inmediato ha sido severo: colonias completas del centro y poniente de la ciudad presentan baja presión o cortes totales, entre ellas la zona universitaria donde se ubica la Facultad.

Ante ello, la dirección del plantel difundió un comunicado en el que expone que el edificio no puede operar sin acceso al agua, pues resulta imposible garantizar la limpieza de sanitarios, equipos y espacios comunes. Para evitar riesgos sanitarios y aglomeraciones en condiciones inadecuadas, se optó por migrar a la virtualidad mientras se recupera el suministro.
La instrucción para el alumnado es mantener contacto directo con los docentes a fin de conocer qué plataformas y métodos se aplicarán durante estos dos días. La intención es impedir un retraso académico mayor, al tiempo que se preserva el calendario escolar.
El Organismo de Agua y Saneamiento informó que el proceso de rellenado del tanque arrancará el sábado 22. Si la recarga avanza como está previsto, el servicio podría estabilizarse el lunes 24, permitiendo el regreso a las aulas.
Habitantes de las colonias cercanas aseguran que la situación se ha vuelto insostenible. “Llevamos días cargando cubetas y comprando garrafones para lo básico”, comenta la señora Elvira, residente de San Bernardino. “Ahora también afecta a los jóvenes que estudian. No es vida así, aunque entendemos que las obras son necesarias”.