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El hallazgo del padre Ernesto, de 43 años, sacudió a Cuautitlán; su cuerpo, envuelto en plástico y amarrado a un mueble, apareció en un canal de Nextlalpan
REDACCIÓN
GRUPO CANTÓN
La muerte del padre Ernesto Baltazar Hernández Vilchis dejó un profundo sentimiento de desamparo en el municipio de Cuautitlán. El sacerdote, reconocido por su cercanía con la comunidad, fue encontrado sin vida en un canal de aguas negras en Nextlalpan.
Su cuerpo, envuelto en plástico y fijado a un sillón, evidenció la brutalidad con la que fue privado de la vida y confirmó la tragedia que muchos temían desde que se reportó su desaparición a finales de octubre.
La investigación encabezada por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México avanzó con rapidez tras el reporte inicial. De acuerdo con la autoridad, dos personas, María Fernanda “N” y Brandon Jonathan “N”, fueron detenidas por su presunta implicación en el crimen.
Esta evidencia permitió reconstruir una parte crucial de lo ocurrido y reforzar la hipótesis de que el homicidio se cometió dentro del departamento para posteriormente trasladar el cuerpo hasta Nextlalpan con la intención de ocultarlo.
La noticia dejó consternados a vecinos y feligreses que acudían habitualmente a sus misas. En las calles se respira tristeza y enojo. “Nunca imaginamos que algo tan atroz le pudiera pasar. Él siempre estaba para todos, era un apoyo en los momentos difíciles”, lamenta la señora Carmen Ruiz, quien vive cerca de la parroquia. Otro habitante, Raúl Medina, expresa su indignación: “Si a un sacerdote le quitan la vida de esta forma, ¿qué esperanza nos queda? Ya no hay respeto por nada”.
También se sumó la voz de doña Teresa Beltrán, comerciante de la zona. “Se siente un vacío enorme. Estamos asustados, porque la violencia ya no distingue a nadie. Cuautitlán está herido”, comenta mientras coloca una veladora frente al templo.
Ante la conmoción, la Diócesis de Cuautitlán pidió calma y prudencia, solicitando evitar rumores mientras continúan las diligencias legales contra los detenidos, quienes ya fueron trasladados a penales de la región.
