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El municipio enfrenta una crisis geológica con 33 procesos activos de remoción de masa y 86 viviendas en riesgo, junto al deterioro acelerado de su infraestructura vial
MARIO LÓPEZ
GRUPO CANTÓN
El municipio de Temoaya, gobernado por la edil Berenice Carrillo Macario, enfrenta un deterioro acelerado de su infraestructura vial y una creciente vulnerabilidad geológica que ha dejado a decenas de familias en riesgo, sin que hasta ahora el gobierno local haya implementado acciones preventivas de fondo.
De acuerdo con estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en Temoaya se registran al menos 33 procesos activos de remoción de masa, entre deslizamientos, derrubios y caídas de rocas.
En 46 puntos se ubican 86 viviendas y más de 480 personas en zonas catalogadas como de alto riesgo. La combinación de suelos inestables, lluvias intensas y obras sin planeación geotécnica ha generado fracturas en caminos y deslaves recientes.
Recordar que en el mes de septiembre pasado uno de los casos más evidentes fue el colapso parcial de la carretera al Centro Ceremonial Otomí, rehabilitada con una inversión pública cercana a 120 millones de pesos.
Apenas meses después de su inauguración, la vía presentó hundimientos y deslaves que obligaron a su cierre parcial. Expertos atribuyen el daño a la falta de drenaje pluvial y estudios de mecánica de suelos, omisiones que el gobierno municipal no atendió durante la planeación ni tras los primeros reportes de daño.
Además, documentos oficiales del propio ayuntamiento reconocen que la mayoría de las vialidades carecen de guarniciones, banquetas y señalización adecuada, lo que incrementa el riesgo para automovilistas y peatones. Pese a los reportes ciudadanos y las recomendaciones de Protección Civil, no se ha anunciado un plan integral de prevención ni obras de mitigación.
Organizaciones vecinales y especialistas advierten que la omisión de la administración municipal en 2025 puede agravar los efectos de las lluvias y derivar en nuevos deslaves o cierres de caminos, afectando la movilidad, el comercio local y la seguridad de los habitantes.
