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Por Eduardo López Betancourt
Un año más de vida implica necesariamente dos consideraciones. Por un lado, el incremento de la edad, que nos lleva a pensar que queda menos tiempo por vivir, lo cual, sin duda, resulta lamentable. Por otro lado, invita a reflexionar si se han alcanzado las metas, logrado los objetivos o satisfecho el deber cumplido.
Por supuesto, el festejo se hace indispensable; mantener una actitud negativa o egoísta no es lo más adecuado. Nuestra existencia está compuesta de éxitos y fracasos; en esa dimensión, en tan importante día, se requiere la reflexión.
Los sinsabores son parte de la naturaleza humana y deben convertirse en un factor que nos impulse a superar los momentos amargos, procurando no volver a padecerlos.
Existen, sin embargo, circunstancias inevitables, como la pérdida de un ser querido. Ante ello, debemos pensar si, en vida, le ofrecimos consideración, respaldo y cariño.
Los éxitos, en buena medida, nos dejan la intención de repetirlos; en ellos debemos encontrar el motivo y la razón más intensa para celebrar el onomástico.
Lo más importante de todo lo expuesto es que, en un aniversario más de vida, el festejado se encuentre rodeado de sus seres queridos, en especial de aquellos con quienes comparte lazos de sangre. Ellos deben ofrecerle el mejor regalo: la armonía, donde las diferencias y los conflictos se disipen, y se mantengan vigentes las promesas de amor y de paz interior, tan necesarias para aspirar a más años de felicidad.
Por el contrario, cuando no existen esos lazos de afecto, el cumpleañero se convierte en alguien infeliz, que no ha encontrado las mejores fórmulas para unir a su familia y mantener en alto la principal responsabilidad: que la fraternidad y la concordia sean la esencia del núcleo familiar.
No olvidemos que el mejor obsequio para quien cumple años es entregarle amor, cordialidad y unidad entre quienes comparten la misma sangre. Más que regalos materiales, ofrezcamos muestras sinceras de paz, comprensión y adoración. ¡REGALA AMOR, SOLO AMOR Y NADA MÁS AMOR!
