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Por Ricardo Sevilla
La Red Atlas —mejor conocida como Atlas Network— presume ser una organización sin fines de lucro.
Este grupo, que anteriormente era conocido como Fundación de Investigación Económica Atlas, tiene su sede geográfica en Estados Unidos.
En sus propios estatutos, presumen ser neoliberales, es decir: un grupo que promueve políticas económicas de libre mercado en todo el mundo.
No lo esconden: se jactan de ello. Llevan a cabo reuniones, encuentros, ofrecen conferencias.
De hecho, en los últimos años, los datos duros nos revelan que Atlas Network ha concedido auspicios que superan los 20 millones de dólares a cuadros neoliberales y ultraconservadores en América Latina.
No es un secreto que esta ONG ha acompañado –promovido– varios intentos de golpe de Estado en la región, especialmente en los países de centro y sur América.
Sus recursos económicos son copiosos. Y su crecimiento avanza a pasos agigantados. Pagan a ideólogos e intelectuales conservadores para que hagan defensas encarnizadas y virulentas.
Cada año, Atlas Network realiza un evento global, titulado Foro de la Libertad, donde se dan cita las voces más reaccionarias y derechistas del mundo.
Incluso, no sería descabellado decir que esta organización se encarga de confeccionar el tejido ultraderechista con el fin de expandirlo por todo el mundo.
Ahora bien, la relación entre la fundación Caminos de la Libertad, de Salinas Pliego, y Atlas Network no es casual. Ni frágil, ni fortuita. Ambas organizaciones tienen un vínculo muy sólido. Y relaciones de intercambio (y complicidad) muy estrechas.
Y aquí hay elemento muy importante a tener en cuenta: Roberto Salinas León, primo de Ricardo Salinas Pliego, es el director del
Centro Latinoamericano de Atlas Network.
Ellos, que llevan el cinismo tatuado en la piel, ya han tratado de negar la relación. Pero será otra de sus mentiras.
En realidad, el dueño de TV Azteca, uno de los enemigos más poderosos del gobierno federal, es quien mueve los hilos de los artilleros que, desde la redes sociales , han lanzado ese arsenal de diatribas contra la presidenta Claudia Sheinbaum.
