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Por Ricardo Sevilla
Marko Cortés y Ricardo Anaya padecen amnesia.
Pero eso, claro, es una ironía. Porque, la verdad sea dicha, estos personajes no padecen pérdida parcial o total de la memoria
En realidad, ambos panistas se están haciendo los olvidadizos.
Por alguna razón, a los dos se les olvidó colocar en su declaración patrimonial que tienen una prospera vida empresarial.
Anaya y Cortés tienen empresas en Querétaro y Michoacán.
Marko Cortés, por ejemplo, tiene cinco empresas en Morelia, las cuales le podrían estar generando miles de pesos en ingresos y que por ley –y por honestidad– tendrían que ser declaradas.
Desafortunadamente, ni Anaya ni Marko conocen la honestidad.
Y aquí no podemos encogernos de hombros y decir: a los dos se les olvidó, a los dos se les pasó declarar sus empresas. ¡No!
Y no vale hacerse mensos. Esto va más allá de un simple incumplimiento administrativo.
La omisión de cinco empresas activas, en el caso de Marko Cortés, forma parte de la deleznable cultura política de la opacidad que siempre ha caracterizado a la derecha.
La Ley General de Responsabilidades Administrativas (México) establece la obligación de declarar el patrimonio. Pero ambos se la han pasado por el arco del triunfo.
Y le digo más: lamentablemente, el cargo público no solo es un puesto para los panistas, sino un activo intangible dedicada a capitalizar las empresas privadas de los panistas.
¿Y por qué Michoacán o Querétaro? Se lo digo tajantemente: El hecho de que las empresas se concentren justamente en Querétaro y Michoacán revela la conexión entre la política local, la identidad regional y los negocios familiares.
Al enraizar los negocios en su estado natal y con la familia, Marko Cortés y Ricardo Anaya buscan asegurar la discreción y el control lejos de la capital política (Ciudad de México).
Le pongo un ejemplo concreto El aguacate michoacano es un sector de alto valor de exportación, lo que implica que la omisión patrimonial, mañosamente, esté destinada a ocultar potenciales ingresos de divisas significativas, desproporcionados a su ingresos declarados.
