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- Su sexenio estuvo marcado por masacres y crisis económica
- También se distinguió por censura y represión a indígenas
- Hubo graves violaciones a DDHH, desplazamientos y desapariciones
JUAN R. HERNÁNDEZ
GRUPOCANTÓN
Ciudad de México.- Ante las críticas del expresidente Ernesto Zedillo, la presidenta Claudia Sheinbaum respondió que el exmandatario defiende una “falsa democracia” basada en la libertad del mercado, “donde los ricos gobernaban y los trabajadores apenas sobrevivían”. Cuestionó su autoridad moral para hablar de instituciones, recordando que durante su sexenio (1994–2000) eliminó a la antigua Suprema Corte de Justicia de la Nación para designar una nueva integración afín a su gobierno.
“La verdadera libertad es la que hoy existe: la de un gobierno que gobierna para todos, no solo para los de arriba”, afirmó Sheinbaum en conferencia matutina, en respuesta a las declaraciones que Zedillo hizo en una entrevista con el diario español El Mundo.
En dicha conversación, el exmandatario acusó a la Cuarta Transformación (4T) de “desmantelar los pilares de la democracia mexicana” y replicar “lo peor del PRI”, señalando que tanto Sheinbaum como su antecesor Andrés Manuel López Obrador han debilitado el Estado de derecho y los contrapesos institucionales.
Zedillo criticó la entrega de la Guardia Nacional al Ejército, la eliminación de organismos autónomos como el INAI y la propuesta de elegir jueces por voto popular, calificando estas medidas como señales de una regresión democrática.
“Los nuevos autócratas no llegan al poder por golpes de Estado, sino mediante las reglas de la democracia, para después destruirla desde dentro”, advirtió.
Las declaraciones del expresidente han reavivado el debate sobre su propio legado. Durante su sexenio se registraron graves violaciones a derechos humanos, como la masacre de Aguas Blancas (1995), donde 17 campesinos fueron ejecutados por policías estatales en Guerrero, y la masacre de Acteal (1997), en la que 45 indígenas tzotziles fueron asesinados por un grupo paramilitar en Chiapas. Ambos casos evidenciaron omisión y complicidad de autoridades estatales y federales.
Además, Zedillo enfrentó una crisis económica tras el llamado “error de diciembre”, que provocó el rescate bancario mediante el Fobaproa, y una estrategia de contrainsurgencia en Chiapas que incluyó militarización, desplazamientos forzados y desapariciones como la de Antonio González Méndez, reconocida por la Corte Interamericana como responsabilidad del Estado mexicano.
