Visitas
- Neoliberalismo llegó con fraudes, ahora niegan existencia de libertades
- Zedillo critica libertades, Claudia defiende gobierno con cifras
- Reafirma Jefa del Ejecutivo soberanía nacional
JUAN R. HERNÁNDEZ
GRUPO CANTÓN
Ciudad de México.- Desde temprano, el Salón Tesorería de Palacio Nacional lucía su habitual mezcla de expectación y madrugadores bostezos. Pero esta vez, la presidenta Claudia Sheinbaum traía bajo el brazo una noticia que detuvo el murmullo:
“No habrá aranceles el primero de noviembre”. Con voz firme y una sonrisa contenida, reveló que el fin de semana sostuvo una breve pero significativa conversación telefónica con Donald Trump. “Fue una llamada cordial, hablamos de comercio y acordamos seguir trabajando; por ahora, no hay ninguna situación que derive en aranceles”, anunció.
En la sala se respiró alivio. Trump había amagado con imponer medidas a las exportaciones mexicanas, pero la diplomacia de Sheinbaum, pragmática y sin aspavientos, logró enfriar el escenario.
“Con Trump nunca se sabe”, ironizó, provocando risas entre reporteros. Dijo que ambos mandatarios coincidieron en que “vamos muy bien” en seguridad, migración y comercio, y que pronto volverán a conversar.

En contraste con el tono conciliador hacia Washington, la mandataria mostró firmeza al defender la soberanía nacional ante los nuevos anuncios del magnate estadounidense de perseguir a narcotraficantes fuera de su territorio: “Siempre actuaremos con la convicción de defender nuestra soberanía”. Y presumió resultados de la colaboración bilateral: entre 400 y 500 armas fueron incautadas antes de llegar a México.
Pero el momento más encendido de la conferencia llegó cuando se refirió al expresidente Ernesto Zedillo. “En México hay democracia”, subrayó, al responder a las declaraciones del exmandatario priista, quien dijo a un diario español que el país vive sin libertades. Sheinbaum levantó ligeramente el tono: “En 2024 ganamos con el 60% de los votos. Hoy hay libertad absoluta de expresión, digan lo que digan”.
Enumeró los fraudes de 1988 y 2006, el Fobaproa y los rescates bancarios, recordando que la democracia no nació con los tecnócratas. “El neoliberalismo en México se impuso con fraudes y compra de votos, y ahora vienen a decir que no hay democracia”, lanzó con ironía.
Así, entre datos de reconstrucción por las lluvias y cifras de apoyo a damnificados, la presidenta volvió a dejar claro su estilo: firme en la defensa de México, cercana al pueblo y sin miedo a responder, ni a Trump ni a Zedillo.
En Palacio, el eco de su frase final resumió la jornada: “El movimiento de transformación siempre ha luchado por la democracia, la igualdad y la soberanía. Eso no cambia, aunque algunos no lo quieran entender.”