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Recientemente una noticia me indignó, el Gobierno Norteamericano había incluido en su catálogo de libros prohibidos, que ya acumula más de 2000, al libro más famoso de García Márquez, Cien Años de Soledad. el “país de las libertades” sigue restringiendo los derechos de los ciudadanos y el derecho a la lectura, fundamental para la formación de un ser humano, se ha venido acotando desde las escuelas.
Cervantes habla de ello en El Quijote, cuando la familia de Alonso Quijano quema sus libros de caballería porque creen que era el origen de su “locura”; la iglesia católica tiene también su lista de libros prohibidos llamada Index Librorum y la famosa novela de Umberto Eco, basa su famosa novela El Nombre de la Rosa, cuyo punto de partida era el Tratado Sobre el Humor, el libro perdido de Aristóteles.
Umberto Eco no toma alegremente este texto como punto de partida, cuyas páginas estaban envenenadas, ya que el humor es liberador y básicamente subversivo. La historia cuenta también la famosa destrucción nazi en 1933 o la quema de los Códices Aztecas en 1430 para borrar la historia.
La censura moderna en Estados Unidos va desde Lolita, de Nabokov, 1984 de Orwell hasta Harry Potter. El origen, sin entrar demasiado en detalles por cuestiones de espacio en esta columna radica fundamentalmente en el control de las masas y el pensamiento, a nadie conviene que la distopía mostrada por Orwell se convierta en el espejo del mundo contemporáneo, principalmente a aquellos gobiernos de ultraderecha o, como en el caso de México, desterrar nuestra historia.
Ayer Paco Ignacio Taibo II, director del FCE, anunció el programa “25 Libros para el 25”, un programa para distribuir 2 millones y medio de libros a jóvenes de América Latina:
Argentina, Colombia, Cuba, Venezuela, Chile, Paraguay, Guatemala y México, enfocado a jóvenes y adolescentes, un catálogo de 15 mil títulos de autores principalmente del llamado Boom Latinoamericano y con un costo de 11 a 20 pesos por ejemplar. Libros en fíísico, libros para “rolar”; la experiencia sensorial de un libro inicia desde que lo tienes físicamente en tus manos, y el hecho de compartirlo con otros o intercambiar títulos, genera también redes de lectores y de discusión.
La paradoja: en el “país de las libertades”, Estados Unidos, se censuran textos y autores, en el país donde la derecha jura que existe censura, se “regalan” libros, para Leer en Libertad.
Ana María Vázquez
Escritora/Dramaturga
@Anamariavazquez