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Por Eduardo López Betancourt
Se engañó al pueblo de México
Es verdaderamente dramático que, después de once años, no se haya esclarecido el horror, más aún, el genocidio ocurrido en Ayotzinapa, Iguala Guerrero, el 26 de septiembre de 2014.
En lo personal, siempre he considerado que tan perverso hecho fue perpetrado desde el ámbito de las autoridades, en particular las federales. Como ha sido costumbre, se engañó al pueblo de México haciéndole creer que todo fue obra del crimen organizado. Sin más, se involucró a autoridades municipales como auténticos chivos expiatorios; se procesó a infinidad de sujetos, pero al final ha faltado el valor para señalar con claridad al verdadero responsable. El Jefe de Estado en esa época, Enrique Peña Nieto, pretendió borrar cuanta evidencia había a su alcance.
El hecho era contundente: sólo el Ejército mexicano pudo actuar con semejante “eficacia” para desaparecer y, aceptémoslo, asesinar a tantos estudiantes. También es cierto que autoridades locales estuvieron implicadas o, al menos, tuvieron conocimiento de lo ocurrido, lo que los hace igualmente partícipes, junto con pandilleros de toda índole.
La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) ha tenido grandes y elogiosos momentos en beneficio del País, pero también episodios oscuros que la han marcado. Como en el 68, “jamás se olvida”, hubo abusos. En el caso concreto de Ayotzinapa, incluso se ha procesado a militares, pero nunca se ha emitido una declaración firme y absoluta, con el evidente propósito de no desprestigiar a la Institución.
Debe señalarse con contundencia que el Ejército actúa bajo las órdenes de su jefe nato. Lo ocurrido en 1968 no fue culpa del ámbito castrense, sino de Gustavo Díaz Ordaz, quien, en un acto de valor sin límite, aceptó públicamente su responsabilidad. En cambio, el sinvergüenza pícaro que hoy se pasea con dinero mal habido y ha optado por la nacionalidad española es el único y verdadero culpable. Así es: no fue el Ejército mexicano el genocida de 2014, sino de manera absoluta y contundente, Enrique Peña Nieto.
